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Marcela Herbert, titular de la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro, se mantuvo en la primera fila durante la presentación del libro El Fraude del Arte Contemporáneo de Avelina Lésper, en la Feria Internacional del Libro y Medios Audiovisuales Querétaro (FILMAQ). Tras compartir detalles del contenido de la publicación, inició una sesión de preguntas y respuestas, misma que terminó cuando Lechedevirgen Trimegisto (Felipe Osorio), artista no binarie de la ciudad de Querétaro, levantó la mano para plantear una interrogante. El tiempo para preguntas se había agotado, se anunció.
Herbert subió al escenario para saludar a Avelina. Y Lechedevirgen se acercó al templete; la escritora y crítica de arte bajó acompañada por un personal de seguridad privada, personas que la acompañaban, y la misma funcionaria, lo que impidió el encuentro con Lechedevirgen, quien días antes había cuestionado la presentación, y seguidores de sus redes sociales sugirieron darle pastelazos, como cuando fue agredida en 2018, tras un debate sobre graffiti, en la Ciudad de México
Lechedevirgen Trimegisto explicó en un video, a través de sus redes, que quería acercarse a Avelina para preguntarle de frente “su postura en torno al lenguaje inclusivo y lxs artistas no binarixs y de la comunidad trans en Querétaro”, porque la autora ha hecho señalamientos al lenguaje inclusivo, exponiendo que su uso más que “justicia, es un capricho”. Hoy en día, la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro y sus funcionarios, iniciando por Marcela Herbert, emiten su discurso utilizando el lenguaje inclusivo.
Durante la firma de libros, Herbert permaneció por varios minutos de pie, a un costado de la crítica de arte, en el tiempo dedicado a que se autografiaran ejemplares. El personal de seguridad privada, así como la funcionaria acompañaron a la escritora hasta que salió del Centro Cultural del Estado de Querétaro Manuel Gómez Morin, sede de la FILMAQ.
El Fraude del Arte Contemporáneo es un libro donde Lésper expone sus argumentos para afirmar que algunas obras no son arte, enfocándose especialmente en el arte contemporáneo VIP, Video, Instalación, Performance, “un falso arte sostenido en la mediocridad y la especulación económica ”, refiere la crítica.
