El apoyo de la actriz estadounidense Scarlett Johansson a una empresa israelí que opera en la Franja de Gaza es incompatible con su papel como embajadora de Oxfam International, indicó ayer la organización.
El comunicado de Oxfam siguió a un anuncio que hizo la actriz informando que dejaría la organización debido a una “diferencia de opinión fundamental”. Oxfam aceptó su renuncia. La organización indicó que SodaStream, para la que la actriz realizó un comercial, y otras empresas que operan desde la Franja de Gaza contribuyen a “negar los derechos a las comunidades palestinas”. El organismo indicó que se opone a todo comercio desde los asentamientos israelíes “que sean ilegales bajo el derecho internacional”. (AP)
