El proceso electoral que está en desarrollo deja ver que la mayoría de los actores que vemos como candidatas y candidatos tienen descuidada con letras mayúsculas su comunicación política.

Una elección no sólo se gana con un buen discurso en la plaza pública y con una buena propuesta en la calle, sino también se debe cuidar el mensaje y el pronunciamiento que se envía a través de la prensa.

Boletines de dos párrafos, mal escritos, con una sintaxis pésima e incluso con faltas de ortografía, es un común denominador que encontramos en estas campañas

Eso se da por no darle importancia a la comunicación política, la cual es es una tarea que terminan realizando personas que no tienen capacidad, experiencia y tampoco oficio periodístico para generar información que seduzca el quehacer reporteril.

Una vez me dijo un expresidente de partido político que gastar en una buena oficina de prensa era innecesario y un gasto superfluo, por lo que prefería contratar a alguien que le cobre unos cuantos pesos pero también me presumía que podía él mismo escribir sus boletines y poner a su chofer o secretaría a tomar fotos.

Un ejemplo de lo referido lo vi hace algunos años cuando Gerardo Vázquez Mellado Zolezzi, quien se desempeñaba como delegado de la Secretaría Federal del Trabajo en Querétaro. Este exfuncionario buscaba ser candidato y por eso siempre a los eventos a los que asistía y había periodistas llevaba a su secretaria para entregar boletines redactados por él, pero mal escritos y sin idea.

Textos mal escritos, sin idea clara, pero además con fotos impublicables, fuera de foco y con problemas de iluminación, son las cosas con las que nos encontramos todos los días quienes somos editores.

A los improvisados enlaces de prensa también se les observa que pierden el valor del tiempo, situación por lo cual no tienen un impacto mediático, debido a sus eventos son viejos -realizados varios días atrás-, además de que es común que sus envíos de prensa los envíen cuando las redacciones ya terminaron sus actividades.

Esta falta de oficio de no tener periodistas en las oficinas de prensa lleva a que esos candidatos a no tener publicaciones en prensa que trasciendan.

En este proceso electoral, hay varios candidatos que se llevan medallas de oro de este tipo por sus improvisadas oficinas comunicación, aunque creo que hay dos que merecen mención especial: Luis Humberto Fernández, candidato a diputado federal del sexto distrito por Morena y Ricardo Astudillo, también candidato a diputado federal, por el segundo distrito por la alianza Morena-PT-PVEM.

Fernández diario manda su boletín después de la 10 de la noche, hora en la que las redacciones de los periódicos ya cerraron.

Las imágenes dicen mucho, pero cuando vemos caras cortadas, con un contraluz, fuera de foco, con ojos cerrados y ropa arrugada, pues hasta parece que quienes les toman sus fotos son sus adversarios. Eso se ve todos los días en los boletines que mandan Astudillo y Fernández.

Pronto veremos el resultado que tendrán en las urnas estos candidatos que no le dan importancia a su política de comunicación.

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