“Dentro de unos 10 años Querétaro podría estar figurando a nivel nacional, con el trabajo que están realizando los artistas emergentes, sólo es necesario impulsarlos; Querétaro es tierra de pintores, hay muchos creadores que sólo necesitan apoyo”, explicó Abel Cervantes, quien será el director de La Jaula, una nueva galería de arte contemporáneo que abrirá en la ciudad.

El 14 de junio será la inauguración de este espacio ubicado en el número 20 del andador Mariano Matamoros, en el centro histórico de Querétaro, un proyecto impulsado por Hermes Dorantes, egresado de Bellas Artes; Silvia Navia, diseñadora industrial, y Abel Cervantes, pintor de 33 años originario del municipio de Amealco.

Piedras volcánicas

Cuando era niño, Cervantes veía cómo su padre tallaba la piedra volcánica que usaba para echar andar el molino de nixtamal en donde trabajaba, “después yo comencé a tallar la piedra, así como yo veía que él lo hacía, haciendo la figura que la piedra necesitaba y lo curioso es que no me convertí en escultor, que era lo lógico, sino en pintor”.

Su familia dedicada al comercio de comida y artesanías emigró a Morelia cuando él era aún niño, después regresaron a Querétaro y se instalaron en la ciudad. Por un tiempo trabajó creando artesanía urbana: aretes, collares y bolsas de piel, “todos esos trabajos manuales me llaman la atención, y me gusta mucho el trabajo con las herramientas, me gusta armar cosas, crear en sí”.

Abel planeaba ingresar a la facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), pero un maestro le dijo “no te veo como ingeniero, piénsalo bien”, recuerda. Un día caminando por los pasillos de ciudad universitaria encontró la convocatoria para ingresar a la facultad de Bellas Artes, ahí comenzó su historia como pintor, pero “por causas del destino” regresó a la facultad de Ingeniería, donde trabaja actualmente en el área de diseño gráfico.

A la par de sus estudios en la carrera de Artes Plásticas, colaboró en diversos proyectos de restauración, en Santa Clara, en la misión de Tancoyol, y en San Miguel de Allende, Guanajuato.

Al egresar de la UAQ se fue a estudiar una maestría en diseño y comunicación a Buenos Aires, Argentina. En su retorno a Querétaro en 2009, notó que había nuevos pintores “apoyados mucho por la tecnología, las redes sociales, así se comenzó a propagar cada vez más el trabajo de los jóvenes, y el trabajo de ellos es un aliciente para los demás pintores”.

Desde las entrañas

El trabajo personal de Cervantes enmarca un discurso de crítica, “en todos los ámbitos y todos los sentidos, a mí no me gustan lo espacios vacios, me gusta la pintura y el color, y pintar no es algo fácil, es doloroso, pintas con las vísceras, desde las entrañas se pinta y se dice algo”.

Su obra se ha expuesto en galerías de Argentina y Querétaro; la más reciente la realizó de forma colectiva en el Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez” de Zacatecas en 2012, por invitación del pintor Jordi Boldó, quien fue maestro de Cervantes en la UAQ.

Además, su obra ha sido utilizada como portada de varias publicaciones de libros creados por el Fondo Editorial de Querétaro. La casa de Abel es como una pequeña galería, está decorada con sus cuadros, obras donde su rostro así como el cuerpo humano en relieve son el ícono principal, pero también luce algunas obras de pintores queretanos que admira y por las piedras que su padre tallaba.

Actualmente, el trabajo artístico de Abel Cervantes se enfoca en consolidar el proyecto de la galería La Jaula, y para su inauguración ha convocado a 18 artistas jóvenes, en donde se destaca el nombre de Luis Sánchez, Rafael Ontiveros, Tania Quezada, Omar Benítez, Sens OC, Nando Murio y Julián Guzmán “La Remolacha”.

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