“Es un mal Año Nuevo para todos, no sólo para el servicio público, es para toda la gente, la situación en el país está crítica, entonces muchas situaciones se van a dar [por el incremento en los precios de las gasolinas] muchos aumentos en cascada”, afirma Federico Madrid Vázquez, taxista desde hace 23 años, y quien junto con sus compañeros del volante ven con pesimismo el inicio de 2017.

Federico espera en el sitio frente a Plaza de las Américas a los clientes del día, que la semana pasada abundaron, pero en esta son escasos.

Explica que las autoridades pareciera que toman decisiones sin ser conscientes de la situación económica de los ciudadanos, pues deberían de aplicar incentivos fiscales, como bajar impuestos para que la gente tenga dinero, “los únicos que ganan son los del gobierno”.

A pesar de ser concesionario, ve el futuro “oscuro”. Es consciente de que tendrán más problemas para llevar el sustento a sus casas.

Precisa que a pesar de ser dueño de su unidad, el aumento a la gasolina le afectará, pues él es quien debe de encargarse del mantenimiento de su unidad, así como de pagar impuestos. “Nos va a pegar, en lugar de ayudar este gasolinazo nos va a ir peor”, lamenta.

Al día pone 250 pesos de combustible a su taxi, pues en promedio recorre al día 200 kilómetros, y a partir del 1 de enero tendrá que gastar más, aunque las tarifas no aumenten.

Dice que el ambiente entre los taxistas para comenzar el año es pesado, pues están con la tensión de lo qué pasará cuando inicie 2017. “La economía es más difícil para todos, todos estamos en una situación difícil”, abunda, al tiempo que señala que además de los aumentos de la gasolina también tienen que “batallar” con los servicios de autos particulares que funcionan como taxis ejecutivos, lo que podría generar un problema social.

Felipe Arredondo, taxista desde hace dos años, dice que el aumento a la gasolina impactará de manera directa en su trabajo, pues la tarifa del servicio no sube y Querétaro es uno de los estados del país más caros para vivir.

“No sabemos, nosotros no podemos aumentarle [la tarifa] porque la gente no lo paga tampoco”, indica, al tiempo que apunta que la cuenta que debe de pagarle al dueño del taxi que maneja es de 450 pesos, por lo que en un día “jodido” le quedan 200 pesos, que deben de alcanzar para los gastos de su familia, compuesta de su esposa y dos hijos, pero se nivelan con el trabajo en el fin de semana.

Él, como sus compañeros, no reciben prestaciones sociales, sólo su salario, por lo que “sí no salimos a trabajar, no comemos”.

Además de los gastos normales de la familia, debe de solventar los gastos médicos que tienen que hacer por llevar a su hijo a un hospital en el Estado de México por un problema que tiene en los ganglios.

Felipe, quien vive en El Marqués, asevera que además del “gasolinazo”, los camiones ya están subiendo el pasaje para ese municipio, pues de 12 pesos ya están cobrando 14, pero la tarifa de los taxis no sube, siendo la tarifa mínima de 40 pesos.

“Lo que tenemos los mexicanos es que siempre nos adaptamos, termina una gastando. Hay muchas cosas. Enero va a estar complicado, pues si la gente no tiene dinero quién sabe de dónde lo saque, y entrando enero empiezan a pagar”, añade.

Además, apunta que no pueden subir de manera unilateral la tarifa del taxi, pues la gente no pagaría ese aumento.

Federico antes de trabajar como taxista laboraba en una empresa en el área de recursos humanos. Añade que no pudo terminar la licenciatura en derecho, además de laboratorista químico. Llega una mujer joven para pedir el servicio y toca el turno a Federico de salir a trabajar.

Situación económica difícil

José Juan Salinas González, con 24 años en el servicio público, piensa su respuesta unos segundos para luego señalar que el aumento a las gasolinas es una medida negativa, pues si la economía de la gente no está bien, “ahora va a estar más difícil la situación”.

Apunta que las condiciones serán más complicadas para mantener a una familia, mientras que el trabajo será más escaso, pues la gente tratará de ahorrar el dinero que gana, y en lugar de tomar taxi preferirá esperar el camión para hacer rendir el dinero.

Padre de cuatro hijos, dice que necesita entre 300 y 400 pesos diarios para solventar los gastos que se presentan en el hogar, además de darles dinero a sus hijos para sus pasajes, pues dos acuden a la preparatoria, uno apenas tiene tres años, y otro ya trabaja en una empresa.

Hombre de mediana edad, apunta que la cuenta que debe de darle a su patrón es de 400 pesos, que tiene que “sacar”, además de los 300 pesos de gasolina, pero el aumento podría gastar hasta 400 pesos de combustible. Asevera que los patrones podrían aumentarles la cuenta, pues es de esperarse que los insumos y servicios de las unidades aumenten el próximo año, por lo que podrían pedirles ahora 450 o 500 pesos diarios por trabajar sus unidades.

No sólo los choferes se verán afectados por los aumentos en la gasolina. Alrededor del sitio de taxis giran otros negocios y otras familias que dependen de que a los taxistas les vaya bien.

Tal es el caso de María del Carmen Tavares, quien desde Saldarriaga, en el municipio de El Marqués, llega a Constituyentes para vender sus tacos y ganarse un dinero extra para ella y su familia.

Dice que se dedica al hogar y a vender tacos. Apunta que ella se verá afectada por el aumento en la gasolina porque le van a subir el costo del pasaje. Son 80 pesos diarios, dice, cuando apenas van al día para comer y tener un poco más para los gastos que se vayan presentando. “Si trabajas, comes, y si no trabajas, no comes”, subraya con resignación.

Añade que el viaje desde Saldarriaga lo hace en camión, pues si fuera en taxi sería el doble de gasto el que tendría que hacer, además de que asevera que los camiones subieron hace poco.

“Cobraban ocho [pesos], después ya cobraban 10, ahora ya nos van a subir otra vez. Siempre que suben, lo hacen cinco pesos más. Ya va a aumentar. Diario son ocho personas las que salen a trabajar. Son 200 pesos diarios en puros pasajes, aparte de la comida”, añade.

María del Carmen asevera que tiene un año, aproximadamente, que vende comida en el sitio de taxis, pues por la situación tienen que salir a buscar el sustento. Agrega que su esposo es albañil, pero no siempre tiene trabajo, además de que está enfermo y tiene que cubrir las necesidades de todos en casa.

“Este no será un feliz fin de año. Para el 2017 todos [en la familia] vamos a tener que salir a hacer algo, ahorita nadie se puede quedar en la casa, todos [vamos a tener que salir] a trabajar, en lo que podamos un rato, y otro rato los otros y así”, puntualiza.

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