¿Te has descubierto comprando por comprar? Aunque parecería que es “normal” o “gracioso” que a veces se nos pase la mano en adquirir algo sin sentido, lo cierto es que es importante que ese comportamiento no sea recurrente, porque podría tratarse de algo muy serio.

Y me refiero al “Síndrome de las compras compulsivas”, llamado también “oniomanía”, un trastorno psicológico cuyo síntoma es un deseo desenfrenado por comprar sin una necesidad real. Es una psicopatología que puede estar asociada con trastornos depresivos y/o baja autoestima, o estar presente en otras enfermedades mentales como el trastorno bipolar o el de límite de la personalidad.

Y es que entre otras características de este problema, se encuentran los deseos incontenibles de comprar algo, al límite de experimentar ansiedad, y luego, al obtenerlo se puede pasar de la euforia a la depresión, por el sentimiento de culpa del gasto y la deuda adquirida.

Con la llegada de temporadas de rebajas o de ofertas, precisamente como el Hot Sale, la campaña de ventas online más grande del país y que actualmente está vigente, dicho comportamiento puede acentuarse por tratar de abarcar el mayor número de ofertas posibles.

Esta práctica puede llegar a alterar nuestra salud mental, provocando ansiedad, y llevarnos a desarrollar a largo plazo este trastorno psicológico.

Se dice que fue a finales del siglo XIX, cuando los psiquiatras Emil Kraepelin y Eugene Bleuler decidieron ponerle este nombre a la adicción de las compras. Podemos ver que este problema lleva presente décadas enteras en la vida moderna.

Aunque los manuales psiquiátricos no incluyen la compra compulsiva como una enfermedad, de acuerdo con los especialistas, neurológicamente hablando, es muy parecida a la ludopatía (incapacidad de abstenerse y detenerse en el juego), que sí está incluido en conductas adictivas.

El diagnóstico incluye pensamientos intrusivos (involuntarios y obsesivos) por comprar cosas que no se necesitan, lo que además puede abstraer a las personas de otras actividades y ocupaciones sociales y familiares.

Sin duda, las tendencias o las modas colocan a las personas ante la presión social por tener cosas materiales. De acuerdo con un estudio realizado por los expertos en psiquiatría, Pablo McQueen, Richard Moldes, Michael Kyrios, las compras compulsivas proceden en algunos casos de la influencia del entorno. Un “adicto o adicta a las compras” puede terminar gastando el dinero de la quincena o todos sus ahorros en sólo unos minutos, y esto es más real que nunca, ante la gran posibilidad que dan las compras en línea, a tan sólo un clic de distancia.

Para corregir esta patología, la recomendación es acudir al psiquiatra para ser tratado y medicado, y/o tomar terapia cognitivo-conductual encaminada a generar conciencia emocional y estrategias que limiten el comportamiento impulsivo.

Ojo, no hay que tomarlo a la ligera. La salud mental es prioridad en nuestras vidas, si lo detectas en ti o alguien de tu familia o amigos, es momento de buscar ayuda.

Antes de irme, les cuento que estoy feliz porque esta columna está cumpliendo sus primeros cinco años ¡gracias por su compañía!

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