El viernes pasado el Congreso de la Unión aprobó el uso medicinal de la marihuana y ello significa, sobre todo, que queda aprobado el utilizar derivados o compuestos de la marihuana para elaborar medicamentos, mas no el fumar marihuana con fines medicinales.

Es importante destacar que a la fecha no se ha demostrado poder curativo alguno de la marihuana. Lo que sí se ha observado es un poder paliativo a los efectos de ciertos tratamientos como lo son, por ejemplo: las quimioterapias aplicadas para combatir el cáncer ya que ciertos elementos de la marihuana contribuyen a eliminar náuseas y otros malestares, o para abatir notablemente las crisis de convulsiones a quienes viven con epilepsia. Es decir, los derivados o componentes de la marihuana no curan pero sí hacen más llevaderos los tratamientos de algunas enfermedades y en sí los mismos padecimientos. Esta acción sin duda ayuda a eliminar dolores y malestares por lo que la aprobación en comento resultará positiva para muchas personas.

También es importante tener presente que la elaboración y posterior comercialización de medicamentos hechos a partir de derivados o compuestos de la marihuana deberá contar con los permisos que la autoridad sanitaria emitirá en su momento de tal manera que su uso sea seguro a la salud humana, tal y como ocurre con medicamentos ya existentes en el mercado y que fueron elaborados a partir de compuestos sintéticos similares a los presentes en la marihuana natural. Tal es el caso de Marinol y Sativex, medicamentos que requieren de supervisión médica y que desde luego no producen efectos sicotrópicos y por lo tanto no generan adicción.

Me parece importante insistir en que a diferencia de lo que ocurre en otros países como EU en el que en algunos de sus estados sí se autorizó el fumar marihuana con fines medicinales (por ejemplo Colorado, California) en nuestro país el Congreso de la Unión no lo aprobó. Ello, y entre otras razones, porque es complicadísimo determinar la cantidad de marihuana a fumar para alcanzar el efecto deseado por el médico, ya que la cantidad del compuesto o sustancia a suministrar dependerá del tipo de marihuana (hoy la concentración de THC varía desde un 1% hasta un 30%, asimismo la cantidad a absorber depende también de la intensidad y profundidad de la inhalación).

Un segundo factor, que es determinante, es el que se refiere a que fumar marihuana conlleva un efecto sicotrópico con las consecuencias que este conlleva y entre las que, sin duda, está la generación de una adicción (riesgo que se acrecenta peligrosamente en los menores de edad).

Otro factor a considerar es que ya esta comprobado científicamente que el humo de la marihuana contiene muchos de las agentes cancerígenos que contiene el humo de tabaco, y si a esto se le añade que la inhalación del humo de la marihuana suele ser más prolongada y profunda que la inhalación del humo del tabaco, el daño que este ocasiona es mayor. La forma de inhalar la marihuana provoca también el que se retengan tres veces más alquitrán y cinco veces más monóxido de carbono en los pulmones que al inhalar humo de tabaco.

Concluyo señalando que es un mito, es decir que es totalmente falso, que la marihuana por ser una planta natural sea inocua en su consumo a la salud del ser humano. Fumar marihuana trae consecuencias a la salud y la intensidad de estas, es decir, el daño que provoca varía de persona a persona. Por tanto es un grave error señalar que la marihuana por ser una planta verde no daña la salud humana. También es un error absurdo el comparar el daño que ocasiona fumar marihuana con el que ocasiona fumar tabaco o consumir alcohol en exceso. Las tres acciones repercuten negativamente en la salud humana (la comparación es tan absurda como comparar qué es más grave, si el recibir uno o dos o tres balazos en la cabeza… el resultado a la larga será el mismo).

Fuente de los Deseos: Ojalá todos nos informáramos correctamente sobre las consecuencias de fumar marihuana y, siendo conscientes de ello y considerando la dinámica para obtenerla, tomemos la decisión de consumirla o no. Ojalá los padres de familia y sus hijos no se confundan, LA MARIHUANA NO ES UNA MEDICINA.

Comisionado del Consejo Estatal contra las Adicciones.

@TAMBORRELmx


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