Es innegable que gobiernos anteriores al actual cometieron errores e incurrieron en omisiones como el no haber abatido sustancialmente la pobreza en todas sus expresiones, y también es cierto que algunos gobernantes cometieron actos de corrupción que desgraciadamente quedaron impunes. Y todo ello, que definitivamente estaba mal, generó un repudio tal que casi 30 millones de electores en 2018 les cobraron la factura y votaron por López Obrador para Presidente de la República.
También es innegable que hoy el presidente López Obrador, la candidata presidencial Claudia Sheinbaum y el resto de los candidatos morenistas, así como sus voceros y demás merolicos —como Máynez, de MC— no se cansan de echarle la culpa de todas sus deficiencias errores, omisiones, y lo peor: la pérdida de oportunidades, a los gobiernos anteriores neoliberales y conservadores y pretenden asustar al pueblo con el cuento de que si Xóchitl Gálvez gana la Presidencia entonces regresarán la corrupción y los privilegios que tanto daño han hecho al país y además que desaparecerán los programas sociales.
El Presidente, la Dra. Sheinbaum y sus corifeos mienten y convenientemente se olvidan de que Xóchitl Gálvez a quien injusta e indebidamente le cargan todos los errores y omisiones del pasado, es una ciudadana apartidista y que si bien en el pasado fue invitada por Acción Nacional como candidata externa posteriormente para alcanzar la candidatura presidencial 2024 tuvo que vencer, con el apoyo y firma de cientos de miles de ciudadanos sin partido, a los aspirantes panistas, priistas y perredistas. También, convenientemente no reconocen que los peores panistas y priistas, los más corruptos y peores gobernantes del pasado que tanto critican ahora están en Morena, ya sea como funcionarios —por ejemplo Bartlett, Ovalle, Murat— o bien como candidatos en esta elección —por ejemplo Chema Tapia, expriista aspirante a la Presidencia Municipal de Querétaro— por cierto desplazando a los auténticos morenistas.
Otro hecho innegable es que la candidata presidencial Claudia Sheinbaum y sus correligionarios pretenden, a base de repetir y repetir mentiras, que todos los mexicanos cerremos los ojos ante: la corrupción rampante del actual gobierno (diversos estudios serios apartidistas y hasta extranjeros han documentado que la corrupción se ha incrementado en este gobierno de la 4T), el colapso del sistema de salud —baste señalar que en este sexenio los mexicanos perdimos 4 años de esperanza de vida y 9 en la Ciudad de México—, el crecimiento de la inseguridad —y el incremento del territorio controlado por el crimen organizado—, la caída del sistema educativo —retrocedimos 10 años en general y en matemáticas 20—, la falta de mantenimiento de toda la infraestructura nacional. En otras palabras, a base de mentiras pretenden engañarnos y ocultarnos que hoy estamos peor en prácticamente todos los rubros de gobierno.
