Campañas electorales por demás atípicas en las que sobresalen las denuncias por presuntos actos ilícitos. En la recta final no se sabe si habrá más acusaciones entre los contendientes, sus familiares y allegados a las y los aspirantes. Vaya actividades y proselitismo, cuya intención radica en conseguir el ambicionado cargo electoral que a la postre les permitirá vivir económicamente de forma holgada por los próximos 3 o 6 años. Varios de ellos serán registrados históricamente -no solo en materia política- en el ámbito judicial como el del ministro Zaldívar que renunció para incorporarse a una campaña, gozando de una pensión millonaria; acusaciones mutuas entre el asesor de la candidata oficialista y quien fuera su presidenta en la SCJN, acusan presuntos ilícitos. Vaya campañas sucias que dejan en un segundo plano las propuestas para privilegiar las acusaciones.

El presidente López Obrador -en los hechos coordinador de la campaña de su candidata- también imputado por haber recibido millones de dólares por parte del narcotráfico; testigos protegidos en los EUA lo confirman; AMLO revira y, por supuesto, niega las acusaciones. El otro coordinador de la misma campaña, Mario Delgado, resulta ser investigado por huachicolear fiscalmente millones de litros de gasolina importada de los EUA y no pagar millones de pesos de impuestos al fisco; dinero sucio que, afirman, se ha ido a campañas de Morena. La aspirante morenista también es denunciada por tener millones de pesos en paraísos fiscales; por apropiarse ilícitamente de bienes inmuebles; de las muertes que se produjeron por irregularidades en su administración en la CDMX. La candidata al gobierno de Veracruz, Rocío Nahle, responsable de la construcción de la refinería de Dos Bocas, es acusada por enriquecimiento ilícito, compra de lujosos y millonarios inmuebles. En Querétaro, el candidato a la presidencia municipal, exhibido por enriquecimiento inexplicable, después de haber quebrado al Fonden, dijo López.

En Acapulco, Guerrero, candidato de Monera se registra a una diputación federal y no hace campaña, seguramente por temor a ser linchado, abandonaron a los damnificados del huracán Otis. El papá de la gobernadora de ese estado, Felix Salgado Macedonio, va por la reelección como senador, habiendo sido acusado de varios ilícitos. Sospechosos asesinatos de financiadores de campañas de Morena por medio del huachicoléo fiscal. Claro que no escapan de las acusaciones algunos candidatos de la coalición Fuerza y Corazón por México.

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