Para Óscar Peralta Casares, vicepresidente de Grupo GMI, nada es imposible y “hacer las cosas bien o mal cuesta lo mismo, así que más vale hacerlas bien.

“Les puedo apostar que si alguien va a trabajar todos los días creyendo en que va a hacer las cosas y le echa ganas, y trabaja una buena cantidad de horas como lo hemos hecho, las cosas le van a salir bien”, aseguró.

Peralta, junto con su padre y su hermano Carlos, dirigen Grupo GMI, empresa dedicada al desarrollo de sistemas modernos de construcción.

“La empresa la fundó mi padre y él nos invitó a participar. Las riendas las llevamos los tres, no hay un tema de una sola persona en esto y hacemos un gran equipo; (mi padre y mi hermano) no sólo son mis mejores amigos, sino son mis mejores maestros y mis mejores compañeros en ese sentido”, dijo.

Óscar Peralta estudió la preparatoria en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) campus Querétaro, y posteriormente cursó su carrera profesional en la Universidad de San Diego, California, así como una especialidad en mercadotecnia.

La familia Peralta inició la empresa GMI en el año de 1958, y en 1967 se construyó la primera planta del grupo en San Juan del Río. “Somos sanjuanenses de corazón y queretanos por convicción”, enfatizó el empresario.

Mientras estudió en Estados Unidos, Peralta Casares trabajó en un negocio relacionado con la personalización y customización de autos italianos y alemanes. Al regresar a México, participó en un contrato con la compañía Goodyear por dos años, a la par de que laboraba en GMI.

Desde muy niño, Óscar Peralta tuvo contacto con el negocio familiar, acompañando a su padre a la planta y a las obras en las que trabajaban. “Tenía seis o siete años cuando me llevaba con él a las obras y eso me hizo tomarle mucho cariño a la empresa y desde muy niño tener conocimiento de ella, y la verdad de las cosas es que estoy muy contento con lo que hago”, dijo.

De esta forma, el empresario se declara 100% industrial. “Desde muy chicos estamos involucrados en las máquinas, tenemos relación con nuestro equipo, con los trabajadores y hemos pasado buenas y malas (experiencias) y eso ha sido una gran escuela para mí, y el haber sobrellevado la empresa en épocas muy difíciles”, reconoció el jóven empresario.

También ha participado activamente como líder de diversos organismos empresariales en el estado.

Por ejemplo, su padre y su abuelo fundaron la Asociación de Industriales de San Juan del Río, organismo que posteriormente también presidió; además de que fue presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en San Juan del Río y en Querétaro (estatal).

En este sentido, Óscar Peralta destacó que este tipo de acciones te enseña a involucrarte en los grandes temas nacionales que afectan al país.

“México necesita de personas que hagan que las cosas sucedan, no de que nada más vean cómo pasan y ya; y cuando presides un organismo empresarial, puedes hacer que las cosas pasen, que sea un país mejor, un Querétaro mejor y puedes trabajar de la mano con otros sectores, precisamente para sumar voluntades y hacer que todavía los efectos sean más importantes”, puntualizó Peralta.

“El resultado es que estamos viviendo un Querétaro pujante, industrialmente fuerte. Debemos de valorar lo que tenemos y ser perfeccionistas en cómo manejamos Querétaro, cada persona desde su trinchera”, afirmó.

En el plano personal, el también presidente de Harley-Davidson Querétaro, destacó el papel que juega su familia en su vida, donde su esposa, Erika, es un pilar fundamental, quien le ha apoyado en las buenas y en las malas.

Una persona que comparte sus pasiones, una mujer muy importante, y clave, también para lograr el desarrollo que actualmente tiene, añadió.

Rebelde con causa

La parte de Harley comienza desde antes de que naciera, afirmó Peralta, pues comentó que su papá llevaba a su mamá en motocicleta cuando ella aún tenía ocho meses de embarazo.

“Y andaba yo en la moto desde ahí”, comentó. De pequeño, su padre lo llevaba a pasear en motocicleta, e incluso, consideró que aprendió a andar en moto casi al tiempo que aprendió a caminar, era todavía un niño.

“Es una pasión que he tenido toda mi vida, y hace seis años empecé a tener la idea de poder incursionar en una agencia, y bueno, finalmente hace tres años pudimos abrir Harley-Davidson Querétaro”, recordó.

La agencia de Querétaro es un orgullo no sólo para Peralta sino para la entidad, ya que ha sido reconocida tres veces como el mejor diseño de tienda a nivel mundial y dos veces como la mejor agencia.

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