Actualmente tomar una cerveza es un acto que invita al convivio con amigos o bien, a alguna celebración. La familia Torales convirtió este gusto y experimento, no sólo en el motivo de deleite que compartían, sino también en un próspero negocio.

Todo comenzó cuando Elías Torales volvió de un viaje de Europa, el joven había degustado un sinfín de variedades de cervezas debido a que laboró por un tiempo en un pub original de la zona.

Al volver, decidió preparar los sabores más representativos de la bebida, esto con ayuda de sus padres, quienes son químicos de profesión y justo para ese tiempo, se estaban jubilando. También, incluyó a su hermano Jorge Torales, pues por azares del destino en ese tiempo laboraba en una importante cervecera a nivel nacional.

Sin darse cuenta, los conocimientos de los integrantes hicieron que fabricaran una bebida única y durante casi cuatro años, la familia creó cerveza artesanal por diversión y para su propio consumo.

Un día los hermanos propusieron emprender, es decir, dejar sus labores para dedicarse al 100% en un producto que en ese momento era totalmente nuevo, no solo en Querétaro, sino también en sus alrededores y fue así cómo en el 2010 nació Cervecería Toro.

En un inicio, la producción constaba de máximo 80 cervezas a la semana y únicamente tenían la etiqueta tradicional roja llamada Toro Golden.

El producto tuvo una aceptación impresionante y tan sólo dos meses después de su registro, ya hacían lotes de hasta 300 botellas. A los seis meses, subieron a mil y actualmente pueden llegar a producir hasta 2100 cervezas semanales.

Poco a poco fueron experimentando para crear nuevos sabores, tras varios intentos lograron tener sus tres etiquetas adicionales a la clásica, hablamos de: Mestizo, Supernova y Néctar.

“Han pasado casi siete años, y es difícil creer que ahora distribuimos en más de 500 puntos de venta a nivel nacional”, expresó Jorge Torales.

Un paseo por la cervecería. Para indagar más en el tema, EL UNIVERSAL Querétaro visitó las instalaciones de la bodega de Cervecería Toro, en donde Torales reveló cuáles son sus cuatro ingredientes clave:

-Agua de pozo. Una tercera parte del subsuelo está acondicionado como cisterna, que es donde se administra el agua de pozo, ya que este elemento resulta indispensable para preparar la bebida del estilo inglés.

- La malta, cereal que ya fue germinado y secado; puede ser arroz, centeno o maíz y los favoritos de los cerveceros, sin duda son la cebada y el trigo, mismos que son almacenados en costales. Cuando ya ha sido utilizada para el proceso de la creación de cerveza, los hermanos Torales otorgan la malta a los vecinos para que alimenten a sus animales; es un manjar lleno de energía para ellos.

- El lúpulo es el componente esencial; éste se agregó a la fórmula en Inglaterra hace unos mil años como un conservador natural.

- La levadura siempre ha sido utilizada en la fabricación de la cerveza, ésta fue descubierta por Luis Pasteur en el siglo pasado.

El camino al sabor. Aunque pudiera parecer un proceso sencillo, debido al actual apogeo de los productores artesanales, el lograr una bebida de este tipo requiere de estrictos pasos donde las medidas, la química y los procesos son cuidados al mínimo detalle.

1. Se calienta el agua, ésta debe ser libre de cloro o metales y de preferencia, agua de pozo.

2. Se muele la malta, la cual ya está germinada y seca. Este proceso debe evitar llegar a ser harina, es decir, solo se trocea un poco, posteriormente se mete en el agua. A este paso se le llama “empaste”.

3. La maceración —proceso químico que dura alrededor dos horas— consiste en transformar los almidones de la malta en azúcares, proteínas y vitaminas para que quede un mosto dulce.

4. Se retira toda la cascarilla del grano y dicho mosto se lleva a ebullición. La intención es purificar la cerveza; dura máximo una hora y media. Aquí se agregan los lúpulos, que al hervir generan una protección y, a su vez, se desarrollan los aromas característicos.

5. Durante la pasteurización, básicamente se enfría de golpe hasta los 27° C. Se introduce el líquido a un contenedor aislado del ambiente para incluirle levadura.

6. A partir de este momento, inicia un largo proceso de maduración de la cerveza, que puede durar de 3 a 8 semanas; dependiendo del preparado. La levadura transforma los azúcares en alcohol y dióxido de carbono, este último debe escapar por medio de una válvula para evitar que explote el contenedor.

7. Se separa la mezcla en otro tanque para hacer los distintos tipos de cerveza, pueden agregarse ingredientes como dextosa, mezcal, especias o miel.

8. En seguida, se embotella, se tapa y etiqueta. La poca levadura que queda todavía, se continúa fermentando, es así como se agrega el gas natural a una buena cerveza.

9. Para que se lleve a cabo de manera correcta esta segunda fermentación, las botellas se colocan en una bodega. Poco a poco, lo turbio va desapareciendo hasta que el producto queda madurado en su totalidad, justo en su punto óptimo de consumo.

10. En la Cervecería Toro se le da una última pasteurización, es decir, se calienta a baño maría durante 30 minutos y a 60°C. La finalidad es eliminar cualquier molécula de polvo que exista, a pesar de que todo el proceso es limpio y el grado de alcohol no permite que se formen bacterias.

11. Después del largo proceso, quedan listas las cervezas artesanales para su degustación.

Google News

TEMAS RELACIONADOS