Este fin de semana se estrenó en cines la cinta ¿Qué le dijiste a Dios?, “una comedia musical con rolas de Juan Gabriel”, dice la publicidad. Es la segunda película de Teresa Suárez, quien en entrevista dijo a EL UNIVERSAL Querétaro que está en pláticas para trabajar nuevamente con el cantante.

La directora cinematográfica no sabe todavía si será una ficción, documental o una biografía sobre el Divo de Juárez. “Me gustaría dejar un testimonio importante de Juan Gabriel”, adelantó.

Suárez es una directora que sólo cuenta historias de las clases acomodadas, desde una perspectiva crítica porque, dijo alguna vez, “hablo de las cosas que conozco”.

Su primer trabajo en el cine fue un cortometraje, que desde el título define el carácter y los gustos de esta mujer: Tu mataste a Tarantino, una sátira sobre drogas, sexo y cine.

¿Qué fue más importante para ti: hacer la película o que se subiera Juan Gabriel al proyecto?

El hecho de tener a Juan Gabriel montado en el asunto (evitar cualquier connotación de doble sentido, por favor). La película también, pero el hecho de que él lo haya aceptado, haber logrado todo lo que se logró, que le haya gustado tanto la película, y que haya llegado hasta la premier (el 14 de enero en el Teatro Metropólitan), es el logro mayor.

¿Sabes que Juan Gabriel tiene varios años que no habla con los medios de comunicación?

Sí, claro, por eso estoy muy agradecida con él. La noche de la premier hasta bailó frente a la prensa.

Una cosa es hacer una película sobre una anécdota personal (el robo a de ropa a una “lady” por parte de la servidumbre) y otra un musical con rolas de Juan Gabriel, ¿qué querías hacer inicialmente?

Principalmente, quería contar esa historia que me pareció divertida y que tiene también tintes de crítica social. Sin embargo, los personajes me empezaron a pedir cantar y bailar, mi artista favorito es Juan Gabriel y, lo anterior, fue como una inspiración para poder contar la historia y armarla.

¿Juan Gabriel fue tu primera opción?

Siempre.

¿Y la segunda opción?

Nunca hubo una segunda opción. Yo quería que fuera él, porque es el mejor, sus canciones nos dicen todo, nos llegan al corazón, como dijo Carlos Monsiváis (cronista fallecido), ¿quién no ha llorado y cantado a Juan Gabriel?

No te imagino cantando canciones de Juan Gabriel.

¿Por qué no?

Porque eres muy fina y exquisita.

Pero a toda la gente nos gusta Juan Gabriel, no soy fina ni exquisita, soy una mujer común y corriente y, finalmente, soy una persona que ama a México. Crecí con las canciones de Juan Gabriel y lo aman todas las clases, toda la gente, todo los mexicanos. Es raro que alguien te diga que no ama a Juan Gabriel.

Siempre he dicho que es un genio y se ríen de mí.

Claro que es un genio y yo he presenciado palenques, desde chica iba a verlo a El Patio (el centro de espectáculos más importante de los años 70 y 80, hoy desaparecido).

¿Tu canción preferida?

“Debo hacerlo por amor”

¿Alguna vez reconociste que eres de la llamada clase alta?

Yo nací ahí, pero más que ser de la clase alta o la clase media, como la quieran llamar, yo crecí en ese mundo que de repente hay algunas cosas en las que estoy de acuerdo y otras no, y pues, de alguna manera, me tocó presenciar y siempre nos gusta criticar actitudes.

En tus películas eres muy ácida cuando criticas a esas clases acomodadas, balconeas a ese sector de forma muy fuerte.

Desde un punto de vista que me parece completamente absurdo, porque todos somos iguales, todos somos hijos de Dios y no por tener dinero eres mejor o peor. Sí creo que existen ciertas actitudes que me dan ganas de criticar y señalar ese tipo de cosas.

En Así del precipicio, tu primer película, hablas de adicciones.

Esa película ayuda a salvar vidas y lo digo en serio, pues tengo diversos testimonios y cartas. Creo que la vida es muy bonita como para escaparte con drogas.

¿Dicho largometraje también fue una anécdota personal?

Sí, yo pasé por eso y con mucho orgullo digo que lo superé y salí. Me gustaría que mucha gente que está ahí pueda hacer lo mismo.

Te veo bien, reconciliada con la vida.

Me siento bien, amo la vida, amo a México, amo ser parte de este país. Estoy muy agradecida con la vida porque me ha dado muchísimas satisfacciones y me ha permitido abrir fuentes de trabajo importantes con este proyecto, porque en esta película, ¿Qué le dijiste a Dios?, participaron más de 2 mil personas.

Muchos dicen que tu película es demasiado kitsch (algo que está recargado en el absurdo y el mal gusto).

Yo respondo que todo México es kitsch y que nos tenemos que sentir orgullosos de eso. Lo que nos está destruyendo es esa pretensión de querer ser como los gringos o querer ser otra cosa. México es color, somos alegría.

¿No se puede hablar de Juan Gabriel sin ser cursi?

No. La cursilería es lo más bonito del mundo, además yo creo que cuando uno está enamorado es el sentimiento más maravilloso que puedes sentir.

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