Lamentablemente, la violencia en el país es un tema recurrente en los noticiarios, los reportes de los medios de comunicación y las conversaciones de la población en el día a día. Sin duda, duele que sea una realidad para México, puesto que la vida de millones de personas se ve afectada a veces de manera irremediable. ¿Qué cambios se pueden encaminar para modificar el panorama tan delicado que atraviesa nuestro país?

Ningún país en el globo está exento de problemas. Claramente, algunos estados pueden reconocer más que otros en su territorio, e incluso experimentarlos de diferente manera y profundidad. Para México, una de sus principales dificultades ha sido la violencia. Claro que hay varios tipos de violencia, pero la asociada al crimen organizado es la más evidente a lo largo y ancho del territorio nacional.

En este contexto, lo que se pensaba al inicio del sexenio que podría ser resuelto por la actual administración, se ha quedado en sueño y una promesa de campaña que nunca se cumplió. La violencia ha sido especialmente abrazadora en los últimos años y no parece que exista la menor intención por parte del gobierno federal de intentar revertir la complicada situación. Por el contrario, el mandatario se ha dedicado a emitir declaraciones en donde deja muy claro que la seguridad no es su prioridad.

Prácticamente, no importa cuándo uno lea las noticias o escuche alguna en los medios de comunicación, es común encontrar reportes de asesinatos, secuestros, extorsiones y demás en varias partes de México. Algunos casos incluso llegan a ser tan impactantes que a veces no damos crédito a los hechos. Para muchos mexicanos, es crucial cambiar esta situación lo antes posible para poder tener un trabajo estable, así como una vida en paz y que les permita su desarrollo y el de sus familias.

La violencia en el país ha causado estragos a millones de personas. Huyendo de las condiciones de inseguridad, muchas se han visto forzadas a desplazarse a otras partes de su estado e incluso muchas más han migrado a otras entidades federativas con mejores condiciones de paz y estabilidad. Esto no debería ser así. No obstante, la política fallida del gobierno en turno ha provocado este tipo de consecuencias.

Tal vez muchas personas siguen convencidas con el proyecto político que se está llevando actualmente a nivel federal, pero también es cierto que muchas otras ven con ojos críticos la situación general del país. Debemos analizar el panorama de México en lo económico, en el sector salud, en la transparencia y rendición de cuentas, en lo medioambiental, en el apoyo a la equidad de género y, desde luego, en la seguridad o en la falta de ella.

¿Qué hacer cuando un gobierno le da la espalda a su población en un tema tan delicado como es la seguridad de toda una nación? Es penoso que a pesar de las múltiples expresiones de auxilio por parte de millones de mexicanos, el inquilino de Palacio Nacional no mueva un dedo para cambiar su política en este rubro. A estas alturas del sexenio, es imposible escapar de la realidad, pero corregir el enfoque que se le da al problema del crimen organizado en México es una posibilidad, aunque no sea con el actual partido oficialista encabezando el gobierno federal.

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