La Vendimia es la fiesta más importante para Freixenet México y este año llega a su XV aniversario con el pisado de la uva, eventos musicales, gastronómicos, culturales y artísticos donde los asistentes podrán degustar, del 9 al 11 de agosto, de las cuatro líneas de vinos como la Vivante, Petillant, Sala Vivé y Viña Doña Dolores Espumosos y Tranquilos que produce esta casa vinícola.

La Vivante es un vino tranquilo y está elaborado con uva de las regiones de Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes y Zacatecas; mientras que Petillant se trata de la marca más económica producida con uva de cualquier parte de México.

Sobre Sala Vivé y Viña Doña Dolores destaca la gama Premium y se utiliza para su elaboración la uva Macabeo, recolectada en la propia finca y que resulta muy peculiar con rendimientos bajos, pero de buena calidad para los vinos espumosos característicos de Freixenet México.

Por tal razón, esta casa vinícola cien por ciento familiar, que tuvo su origen en 1978, apostó en un principio por el cultivo de la uva Ugni Blanc y Macabeo, ideales para la producción de estos vinos.

Después se plantaron variedades de uvas tintas como la Merlot y Cabernet Sauvignon que también dieron buenos resultados, incluso otras más modernas o poco conocidas que se expandieron por el mundo como es el caso de la Chardonay.

Sin embargo, el año pasado la finca decidió terminar con las diez hectáreas de la uva Ugni Blanc, ya que resultó poco noble ante las necesidades de Freixenet y se reemplazó por otras variedades procedentes de Cataluña para la elaboración de vinos espumosos como la Parellada y Xarello, de las que no se tiene registro en otra parte de México.

Con esta nueva plantación en la que se incluye una más mediterránea como la Moscatel, Freixenet espera llegar en 2016-2017 al cien por ciento de la producción necesaria para la fabricación de sus 202 millones 300 mil botellas al año, de las cuales el 80 por ciento se trata de vino espumoso, por lo que las necesidades de la planta es uva blanca.

Actualmente la finca Sala Vivé cuenta con 50 hectáreas de vid en las que incluye distintas variedades de uva blanca y tinta que producen 3 mil toneladas, mismos que se espera en tres años lleguen al doble con los nuevos frutos.

Del total de su producción, cabe señalar que exportan sólo el 30 por ciento a mercados de Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Japón, entre otros. Sobre el proceso de producción para los vinos espumosos y tranquilos, Freixenet México cuenta con una cava única en la República Mexicana ubicada a 25 metros de profundidad elaborada con piedra de arcilla que permite controlar los niveles de temperatura que van de los 15 a los 17 grados centígrados durante todo el año con una humedad entre el 90 y 70 por ciento dependiendo de la época, características idóneas para la segunda fermentación de los vinos espumosos y añejamiento en el caso de los vinos tintos en barrica.

En cuanto a los vinos espumosos, estos deben pasar por un doble proceso de fermentación para que se integre el azúcar y la levadura y llegar a la crianza donde se hablará de un espumoso joven a los nueve meses; de un espumoso reserva a los 16 y un Gran reserva a los 24 meses, siempre la botella en posición horizontal descansando en la cava.

En función del azúcar, se habla de un espumoso Brut nature cuando no se le añade azúcar, del Brut cuando se agregan 15 gramos de azúcar o Semiseco al verter un licor de expedición con 30 hasta 50 gramos de azúcar.

Una vez empaquetado se mantiene 15 días en almacén con la intención de que el licor agregado se integre con el producto y esté listo para ser consumido. En el caso de los vinos tintos Doña Dolores su reposo es en barrica y va de 4 a 6 meses para los vinos de crianza, 12 y 16 meses para los Reserva y 18 meses para los Gran reserva; en mucho depende de la variedad de la uva y composición de las barricas. También existe el vino blanco de la marca Doña Dolores que sólo está dos meses en crianza en barrica y está listo para salir al mercado.

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