A unos días de haber concluido la telenovela Educando a Nina, el actor Alex Sirvent, quien dio vida al personaje de Antonio Aguirre, un estafador y mitómano millonario, hace un balance de la historia y la define como un rotundo éxito, así mismo platica de sus planes a futuro en la música y del momento que viven los actores con la transmisión vía streaming de las nuevas producciones televisivas.

En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, Sirvent, quien anteriormente fue parte de grandes producciones en Televisa, como Corazones al límite (2004), Un gancho al corazón (2008), Para volver a amar (2010) y Las Amazonas (2016), destaca su nueva experiencia en TV Azteca, donde trabajó al lado de Cynthia Rodríguez y Antonio Gaona.

¿Cómo calificas tu experiencia en Educando a Nina?

—Es el proyecto más exitoso en el que he estado, es muy impresionante lo que me ha sucedido, ya que en las calles, sobre todo los niños, de pronto llegaban y uno que otro me decía: “oye, te puedo abrazar, es que me encanta tu personaje en Educando a Nina”.

Cuando un proyecto es realmente exitoso, lo ves inmediatamente en la calle, pero si pasa de noche, vas caminando y no hay quien te diga nada porque no tuvo impacto en el público. De hecho, gracias a esta experiencia fui nominado por Nickelodeon en los Kids Choice Awards, con actores de otras televisoras.

Sin duda, es un personaje que me ha dado grandes satisfacciones y la experiencia de entregarme 100 por ciento a cada una de las escenas y los ridículos que tenía que hacer (risas). Han sido los seis meses más maravillosos de mi vida; una escuela de actuación. Nunca había estado en un proyecto donde se hiciera tanto equipo como en este.

¿Cómo fueron tus vivencias encarnando a Antonio Aguirre?

—Principalmente he traspasado barreras, hubo un capítulo donde hice un striptease y nunca había salido ¡tanto tiempo en calzones! Siempre he sido una persona demasiado intensa para preparar los personajes, por ejemplo cuando me tocó hacer el de Alcides, en Para volver a amar, con Édgar Vivar y Lalo España, yo era un albañil. Así que en el proceso me puse a pintar el edificio donde vivía, y experimenté el rechazo y la indiferencia de la gente; me subí al camión todo pintado y me iba por las tortillas. La verdad es que con este papel en especial fueron muchas horas de estudio; recuerdo haber dormido cuatro o cinco horas entre semana; llegaba a estudiar porque todas las escenas eran de memoria y de pronto me tocaban días en las que tenía 18 o 25 escenas, y en todas traté de ponerle un toque muy especial y hacerlo lo más sincero. Cuando haces un personaje desde esa verdad y entrega, suceden cosas maravillosas.

Hablando de otro tema, ¿qué piensas acerca de las nuevas plataformas streaming?

—Es maravilloso, yo creo que todos nos estamos ajustando a un cambio. Tenía que llegar un momento en el que los actores tuviéramos libre albedrío y todo se ha globalizado de una manera impresionante. Considero que estas plataformas son muy positivas tanto para la música, como para la cinematografía, las series y la televisión. Como cantante, por ejemplo, tienes la ventaja de que cualquiera que use Shazam y escucha tu canción, se va Spotify o a Deezer para encontrar tu nombre, y de repente puedes sonar en 15 lugares en Checoslovaquia porque resulta que una canción tuya estuvo en una telenovela, eso me ha pasado. O de pronto me he dado cuenta que mis temas los escuchan en Japón o en Rusia y Francia, y lo mismo pasa con las series. Además eso ha forzado a las productoras y televisoras a generar un contenido de mayor calidad; todo forma parte de una evolución.

¿Tienes nuevos proyectos musicales en puerta?

—Antes de empezar con Educando a Nina, hice la música de Me declaro culpable para Televisa y la verdad, lo disfruté mucho. En ese tiempo conocí a un productor colombiano que ha hecho canciones para Jennifer López, y me gustó, así que decidí experimentar y grabar cuatro temas de género urbano, siguiendo el concepto de letras que he manejado siempre, acerca del respeto a la mujer, también hablan del perdón y la gratitud. El resultado fue muy positivo; ahora quiero hacerles un regalo a las fans que me escuchan en Spotify, con el sencillo “No me queda nada”; que tiene tintes de reggaetón y reggae. Si tuviera que decir quién es Alex Sirvent en música, soy esa canción; alegría y energía.

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