La viuda de Robin Williams dice que las aflicciones médicas habrían cobrado la vida del actor en tres “años difíciles” y que no lo culpa por haberse suicidado.

Susan Williams dijo que al actor y comediante no sólo le habían diagnosticado el mal de Parkinson, un trastorno degenerativo del sistema nervioso, unos meses antes de su muerte, sino que un reporte del forense halló señales de demencia corporal, una condición difícil de diagnosticar que lleva a un declive de las capacidades para pensar y razonar.

Eso habría contribuido a la ansiedad y depresión por la que fue tratado en sus últimos meses, y probablemente jugó un papel en su suicidio por ahorcamiento en agosto de 2014.

Aunque hubo muchas razones por las que se quitó la vida, dijo su viuda, quizás todas pueden reducirse a una: “Creo que él simplemente dijo, ‘No’. Y no lo culpo en lo absoluto”.

“Es el hombre más valiente que he conocido”, expresó.

Los síntomas de Williams comenzaron en noviembre de 2013, dijo su esposa en una entrevista que se transmitió el martes en el programa Good Morning America, de ABC. Incluyeron dolores de estómago, estreñimiento, problemas urinarios e insomnio.

Para mayo de 2014 sufría de rigidez, depresión, inestabilidad al caminar y comenzaba a perder las cualidades de su voz, señaló. “Un minuto estaba completamente lúcido y cinco minutos después decía algo que no correspondía”, recordó.

En las que fueron sus últimas semana de vida, los médicos planeaban internarlo para someterlo a pruebas neorocognitivas.

Pero en esas últimas semanas se estaba “desintegrando frente a mis ojos”, dijo la viuda. “Estábamos viviendo una pesadilla”.

Williams, quien había sufrido de adicciones en el pasado, estaba sobrio cuando murió, señaló su esposa, y agregó que recientemente había cumplido ocho años de sobriedad.

La pareja tenía siete años de relación y tres de casada. Susan Williams describió a su esposo como “un sueño”, “el mejor amor que haya soñado”. AP

Google News

TEMAS RELACIONADOS