Ejidatarios de Peña Colorada anunciaron que una comisión se congregará este miércoles, en el Palacio de Gobierno, en busca de una reunión con el gobernador para solicitar información respecto a lo que pasará con sus tierras en caso de que el gobierno federal declare la zona como área natural protegida.

En conferencia de prensa, se deslindaron de cualquier interés partidista que se pretenda dar al tema, pues lo único que les preocupa es lo que pueda ocurrir con el patrimonio que ha estado en sus familias por varias generaciones.

Encabezados por Carlos Moreno, secretario de Administración y Finanzas del Comité Nacional de la Central Campesina Cardenista, en su calidad de asesor de los ejidatarios, indicaron que preocupa a los habitantes de los nueve ejidos que sus tierras puedan ser expropiadas, y que esa preocupación crece debido a que resultan infructuosos sus reiterados intentos por reunirse con los involucrados en solicitar y ejecutar la declaratoria.

Lamentaron que el exhorto al gobierno federal lo emitió la Legislatura local pese a que se rechazó en la Comisión de Medio Ambiente, a la que había sido turnada y en la que pudieron dialogar con dos de los tres diputados que la integran para plantearles sus preocupaciones.

Afirmó que como legítimos dueños de las tierras es que desde el 20 de agosto del año en curso solicitan reuniones tanto con el gobernador, Francisco Domínguez Servién, como con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), solicitudes de las que pasan los días y aún no obtienen respuesta.

En este punto, lamentó que el gobernador del estado pueda considerar que ninguno de ellos es dueño de las tierras, pese a que por décadas han estado en manos de sus familias.

“La ley secundaria señala que, en los ejidos, las comunidades tendrán que ser consultadas para que se declare una área natural protegida. Desde hace cinco años, los nueve ejidos estamos en espera de una convocatoria por parte de la Federación, del gobierno del estado, y es fecha que no ha llegado esa invitación para platicar”.

A esa preocupación, dijo, se suma que nadie les informó la forma en que se determinan las áreas, y lo que representaría para sus predios.

“En el proyecto de área natural protegida se consideran más o menos 5 mil hectáreas de tierras ejidales, está en nuestro poder el proyecto elaborado por la Universidad Autónoma de Querétaro, por el Consejo Nacional del Ambiente [Conam], y en este proyecto no se señala la superficie que se va a afectar a cada uno de los nueve ejidos, se menciona que se va a afectar a tierras de uso común, parcelas y pequeñas propiedades”.

Por último, remarcó que existe gran preocupación entre los ejidatarios respecto a lo que podría ocurrir, pues están a favor de la naturaleza y los recursos naturales, pero no pueden perder su patrimonio.

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