Cuernavaca

Para muchos mexicanos encender el pabilo de un cirio es mucho más que la simple acción de generar iluminación, es un acto de fe que busca brindar una ofrenda y un consuelo en las celebraciones religiosas de sus comunidades.

Elaboradas de cera de abeja o parafina, las velas fueron traídas por los españoles en su llegada a México, donde en un principio eran utilizadas para encender las antorchas que iluminaban las calles. Posteriormente, su uso se extendió y no había hogar en la época colonial que no se alumbrara con una vela.

A partir de entonces, los talleres de cerería comenzaron a multiplicarse por el país y fueron realizadas innovaciones en los aditamentos que portaban los cirios que se comenzaban a utilizar en las fiestas patronales de los pueblos.

De acuerdo con información de la Secretaría de Cultura de Morelos, la cerería tradicional ha tenido un papel fundamental en las celebraciones de este estado, en donde los cirios escamados (decorados con escamas elaboradas en cera de abeja) nunca faltan en los festejos a sus santos patronos.

En entrevista con Notimex, el director de Exposiciones del Museo Morelense de Arte Popular (MMAPO), Enrique Rodríguez, destacó que en la actualidad se tiene registro de 16 estados que aún mantienen viva la tradición de trabajar la cera para elaborar estas piezas.

Entre ellos se encuentran Querétaro, Tlaxcala, Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Yucatán, Puebla, Guanajuato, Morelos, Estado de México, Jalisco y la Ciudad de México, entre otros.

Originario del municipio de Cortázar, Guanajuato, el artesano Miguel Ángel Flores Cuéllar explicó que en su pueblo los cirios y diversas obras elaboradas en cera como castillos, son utilizados durante la celebración a la imagen religiosa del Sagrado Corazón de Jesús.

Un ejemplo de los cirios que se utilizan es esta festividad, es el que se encontraba realizando Miguel Ángel con la ayuda de su esposa, una cruz de aproximadamente dos metros de altura decorada con cera escamada y diamantina, que en el centro portaba la imagen religiosa antes mencionada.

“Esta vela que está aquí pues es una de las más tradicionales de ahí de Cortázar. Es una cruz que se ofrenda al Sagrado Corazón de Jesús. La estamos decorando con escamas de cera en color blanco, rosa y verde y le agregamos brillo para que resalte en la noche”, mencionó el artesano.

Por su parte, el cerero Cristino Canul, de Mérida, Yucatán, destacó que en su estado las velas tradicionales para los gremios de la comunidad, como se les nombra en la entidad, se utilizan en las fiestas tradicionales de sus pueblos, en donde “la gente acostumbra a ir atrás del patrón de la comunidad para llevarlas como ofrendas a las iglesias”.

Concentrado en su labor, Cristino narró el proceso para realizar las figuras de palomas y flores que decorarán su cirio que elabora en el IV Encuentro Nacional de Cerería Tradicional, que hasta el día de hoy se realiza en esta ciudad.

“Por ejemplo para hacer estas palomitas de cera primero metemos el molde a la cera caliente y después a un recipiente de agua fría para que vaya agarrando grosor, esto lo hacemos cerca de 10 veces para que la figurita quede gruesa y no sea tan frágil.

“En este caso utilizamos dos moldes para hacer esta figura, primero se hace de la cintura a la cabeza de la paloma y después con otro molde se hace de la cola a su cintura. Una vez que tenemos las dos piezas las pegamos con las manos y les añadimos sus alas que se hacen con otro molde”, dijo.

Explicó que los moldes que utiliza son de madera de cedro, aunque estos también pueden ser de cemento.

¿El resultado de este proceso? Es una coqueta paloma que irá acompañada con flores de colores que Cristino realizó antes y que esperan pacientes a un lado de la mesa para ser la alegría del cirio que decorarán. Agustín Ranchero, de Tlaxcala, destacó que en su pueblo, San Juan Ixtenco, elaboran un cirio que es utilizado en los bautizos, el cual es adornado con pájaros, ángeles, querubines y flores.

“En la parte de arriba de la vela y en la cabeza de los ángeles se les pone polvo de oro y esta vela se utiliza cuando se bautiza a un niño y la madrina es la encargada de llevar el cirio.

“Antes de entrar a la iglesia, la madrina enciende el cirio y lleva al bebé hasta el altar principal. Cuando termina la misa toda la gente se va a la casa de los padrinos y durante el baile principal la madrina se pone a bailar con el cirio”, señaló.

Resaltó que una vez concluida la celebración, la familia del bebé guarda el cirio y lo prende en ocasiones en que hay tempestades climatológicas y cuando rezan.

La cerería y el uso de sus creaciones en celebraciones religiosas de los pueblos del país, es un oficio y una tradición que se niega a morir y que por el contrario busca reinventarse día con día para el deleite de sus creadores y del público que tiene la oportunidad de apreciar este arte.

Google News

TEMAS RELACIONADOS