El Periodismo y los medios de comunicación deberían contribuir a enriquecer la memoria histórica, colectiva de la humanidad, así como a dejar vestigios de procesos que afectaron o transformaron a comunidades y pueblos enteros en una época específica… como parte de la función social de los media.

Bajo esta premisa, tendrían que nombrar genocidio a lo que está ocurriendo en Gaza desde octubre 2023 y hasta el momento que se escriben estas líneas (27 de abril de 2024), perpetrado por la aviación, la milicia y el gobierno de Israel.

Necesitamos medios que contribuyan tanto a recordar como a nombrar, en la medida de lo posible, a las infancias palestinas asesinadas por el ejército de Israel.

“Hasta el 22 de abril, más de 34 mil palestinos habían muerto en Gaza, entre ellos 14,685 niños y 9670 mujeres, según la Oficina del Alto Comisionado, citando a las autoridades sanitarias del enclave (…) cada 10 minutos muere o resulta herido un niño. Están protegidos por las leyes de la guerra y, sin embargo, son los que están pagando desproporcionadamente el precio más alto en esta guerra”, advierte la oficina de Naciones Unidas.

La información citada arriba, publicada por la agencia de noticias de la ONU, permite aproximarnos a la dimensión de la tragedia y catástrofe humanitarias. Lo impensable, lo dramático, aquello que nos debería avergonzar. A los crímenes de guerra que se han cometido gracias a las decisiones y órdenes de Benjamín Netanyahu.

“Kanan, un niño palestino de 10 años, sufrió el bombardeo por parte de la aviación sionista contra su casa, lo que provocó la muerte de su hermana y todo el resto de su familia quedó herida. Kanan sufre fracturas en el brazo, la espalda y por todas partes, perdió su movilidad”, es una historia del genocidio contra la población palestina, registrada y publicada el 26 de abril junto un video de 29 segundos, por la cuenta @DaniMayakovski.

Otro video que muestra la tragedia, el horror, describe: “Esta niña palestina pasó CINCO días atrapada bajo los escombros junto a los cadáveres de sus 5 hermanos después de que un bombardeo sionista destruyera su casa, matando a toda su familia (…)”.

Ni Biden ni Putin son el más poderoso del mundo

El año 2024 ha dejado una sorpresiva enseñanza: el político más poderoso del mundo no es el Presidente de Estados Unidos, ni el de Rusia, sino el Primer Ministro de Israel.

Ha podido “justificar” decisiones, con la expectación, complicidad u omisión de Joe Biden, la Unión Europea, la OTAN y otros gobiernos de Occidente, para seguir bombardeando a la población de Palestina sobreviviente en Gaza, y al tiempo desafiar a Irán.

Con o sin chantajes, ha logrado evitar la condena unánime o por mayoría en la Asamblea de la ONU, que los pronunciamientos del Secretario General e incluso del presidente Biden, se vean tibios, que los tiene controlados en escenarios pensados o adaptados a sus objetivos, entre otros puntos.

Las infancias palestinas están siendo amenazadas, todos los días. Bombas y ataques militares en zonas residenciales, la amenaza de desnutrición, falta de medicamentos y servicios de luz en hospitales, ocasionan que la muerte aceche constantemente.

Primavera por Gaza

Estudiantes, docentes y comunidades académicas de universidades en California, Nueva York, Massachussets, Georgia y más entidades de Estados Unidos, están visibilizando las mentiras de Occidente, y del gobierno anclado en “libertades”.

Los campamentos, protestas y acciones en apoyo a Palestina, en los campus de Yale, Columbia, Princeton, Harvard, Sur de California, Austin, entre otros, organizados en abril de 2024, pueden nombrarse la “Primavera por Gaza”.

Quince mil infantes muertos después en Gaza, durante más de 200 días de genocidio, ameritan recordar las infancias de Gaza.

Profesor de la UAQ y periodista

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