Tarde lluviosa, nublada, pero que en el llamado salón expocentro del Hotel Misión Juriquilla, propiedad de la familia Zapata Llabrés, no importaba ya que desde muy temprano albergaba a los cerca de tres mil militantes que llegaban en camiones de la empresa Flecha Amarilla y que con bandera con el logotipo del PAN, agitaban sus ánimos en una reunión que desde la parte de afuera, se consignaba como “evento privado del Partido Acción Nacional”.

Detrás de Domínguez, el presidente nacional Gustavo Madero, muy atrás Felipe Calderón, Josefina Vázquez Mota y Ricardo Anaya.

El primero en tomar la palabra fue Anaya, quien al presentar a Pancho y a Marcos, los anticipaba como el “futuro gobernador y presidente municipal de la capital”. Ya encendido en su discurso, le declaró la guerra al PRI, aseverando que por culpa del tricolor, “el país, estaba de cabeza”.

Tocaba el turno a Marcos Aguilar, quien se decía entusiasmado de acompañar al que dijo, será el próximo gobernador en el estado. En esas estaba cuando de pronto, de la nada, las pantallas se apagaron, los micrófonos también, y se interrumpió el discurso por un momento.

A falta de micrófono, a Marcos le ofrecen el megáfono y lo toma el ex presidente de México, como para salvar el mal rato y el ánimo; haciendo referencia a un viejo dicho de su padre “evento panista, es que aquel que se distingue por no empezar a tiempo y con fallas en el sonido”.

Después de unos minutos, regresó la energía eléctrica, y Aguilar volvía a su discurso recargando la voz en el micrófono, “aquí se ejerce la libertad de pensamiento y de las ideas”, alzaba la voz.

Josefina Vázquez Mota, tomaba por asalto el pódium para reconocer en un corto discurso, a las mujeres de su partido y a quienes les pidió hacer campañas sin candidatos, para después abandonar el recinto.

Al discurso de la panista le siguieron Calderón con la defensa de la tribuna de Domínguez en el 2006, Madero con su llamado a trabajar y su solicitud para que todos vitorearan sus ansias de triunfo.

Domínguez comentó en exclusiva para EL UNIVERSAL Querétaro, que el partido hoy en día no muestra signos de división. Ni aunque Calderón no le aplauda a Madero, para él, lo que se vio fue una militancia bien “arropada y acuerpada”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS