¿Se puede vivir con calidad de vida a pesar de las malas noticias, la incertidumbre y lo económico? Claro. Siendo conscientes y teniendo un orden, una disciplina personal. De hecho, los círculos virtuosos se pueden construir desde la persona misma, pudiendo transformar la realidad inmediata. Empecemos con uno mismo. Tenemos 5 cuerpos que nos conviene cuidar.

El cuerpo físico. Nos conviene mantenerlo sano, revisando lo que comemos, balanceando nuestra ingesta y haciendo actividad física. No podemos estar plenos si tenemos hambre, o pensar en desarrollarnos si nos duele algo. Se trata de ser conscientes y tener minutos de atención al cuerpo. Hágase un hábito de saber qué necesita para sentirse bien, para evitar repetir eso que hizo que el estómago se sintiera mal, o de respirar profundamente, de hacer ejercicio.

El cuerpo mental. Se refiere a mantener la mente sana, flexible, abierta a aprender, a estar en actividad. Quienes están aprendiendo constantemente tienden a tener mayor calidad de vida. Cuidar la mente es similar al cuerpo, hay que alimentarla de aspectos positivos y que sean francamente convenientes ante la vida. Tiene que ver con la ingesta de información, con la calidad de ideas que se mete uno a la cabeza. Es importante ser selectivos y, saber dosificar la actividad mental, buscando espacios de relajación. Los budistas decían que la mente es como un caballo desbocado, cuando se le deja libre nos puede llevar a destinos peligrosos. Si consume información negativa e inquietante va a tener los mismos resultados para procesar la vida, pero, si no, tenemos espacios de tranquilidad mental, esto se agravará.

El cuerpo emocional. Las emociones mueven el mundo, le dan forma. Es importante comprenderlas, asimilarlas y saber leer su mensaje. Las emociones están conectadas al sistema nervioso y generan hormonas que nos pueden llevar a estados de salud o sensaciones de enfermedad. Ser conscientes de lo que sentimos está asociado a lo que pensamos y a lo que creemos. Pero si nos mantenemos en sentimientos estresantes, frustrantes o de miedo, el resultado será el contrario; la adrenalina nos hará sentir muy cansados y con bajo potencial mental. La psique es un vaivén emocional y es natural pasar por cada una de ellas. Cuando se combina con el procesamiento mental podemos quedarnos estancados en alguna emoción. Es natural darles cauce y movimiento a nuestras emociones. Las emociones se mueven hablando de ellas, permitiendo al cuerpo que se exprese, llore, se ría, grite, se mueva.

El cuerpo social. Como seres gregarios, tenemos necesidad de estar conectados al otro, de tener amigos, compañeros, familia, pareja. La sanidad social está en mantener relaciones humanas y redes sociales amplias y diversas. El problema es cuando nos atoramos en alguien, cuando nos aislamos, cuando el resentimiento se vuelve crónico, cuando el pleito es constante, cuando el rechazo nos provoca problemas. Mantener un cuerpo social sano implica cuidar mi ser a través del otro y fluir con los demás. Si usted es consciente de que puede sentirse bien con las personas que le interesan, que tiene la confianza de saberse querido, de sentirse apoyado cuando lo necesita, de sentirse apreciado, útil, inteligente, capaz, es que tiene un cuerpo social sano. Note que muchas de nuestras cualidades sólo pueden ser reales a partir de la interacción con otros. Una persona exitosa sólo puede serlo en un cuerpo social saludable.

El cuerpo espiritual. Tiene que ver con la paz, con la cualidad de sentirse tranquilo con la vida, de sentirse seguro y confiado a partir del silencio, la interacción con la naturaleza y lo universal, de conectarse con lo más profundo de uno mismo. Experimentar amor, es tener una armonía con el todo y la armonía es tener un equilibrio, un lugar dentro del todo, una relación de entendimiento, de paz, de cordialidad y proporción con lo demás. Por ello la conexión con el mundo. La figura de un ser superior y nuestra relación con ella, cuando es sana, nos lleva a tener más confianza en nosotros, a sentirnos queridos, protegidos, cuidados, integrados, dignos, merecedores, es decir, con una autoestima real. Las religiones han desarrollado métodos de introspección, disciplinas que llevan a la persona hacia adentro, a espacios de silencio y meditación, que son necesarios para mantener un equilibrio adecuado con la vida.

Estos sistemas están interconectados, cuando se mueve uno, se mueven los demás, cuando sana uno, sanan los otros pero, cuando se enferma físicamente, también refleja el desequilibrio en los demás cuerpos.

Así que ya sabe, cuide sus 5 cuerpos y tendrá mayores garantías de vivir con excelencia.

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