Al inicio de este año hice referencia a que una de las tendencias de viaje para este 2023 serían los destinos más afamados en redes sociales, aunque muchos de ellos sean “fake” o tengan filtro, y los turistas paguen costos altos por obtener este tipo de capturas, pues se presta a estafas por parte de algunos locales que al ofrecer ayuda para tomar las postales que, además, ya tienen bastante estudiadas, te piden cantidades de dinero excesivas o, bien, muchos son privados y tienen costo de entrada, como la afamada escultura “Ven a la luz” del hotel Ahau, propiedad del actor Roberto Palazuelos en Tulum, que se convirtió en icono de la zona. Esta figura, instalada en el 2018 como parte del festival Art With Me a la entrada del hotel, atraía miles de turistas que se tomaban su foto totalmente gratis, pero poco tiempo después fue reinstalada en el interior y ahora tiene un costo de 60 pesos por persona.

A quienes les tocaron mis épocas y un poquito más atrás, recordarán que no hace tantos años tomábamos fotografías con cámaras de rollo y el límite era el carrete, ahora no sabemos ni cuál elegir de las miles que tomamos casi idénticas. Después llegaron las cámaras digitales, luego los celulares, seguido de redes sociales y aplicaciones para editar. El problema es que ahora ya no distinguimos lo que es real. Según el estudio Instagram Destino, el 79% de los viajeros deja constancia de sus viajes en la red, y el 56% de ellos reserva un vuelo a un determinado sitio que descubrieron a través de alguna plataforma. El hashtag travel ha producido más de 407 millones de posts en Instagram, donde también surgen diariamente cuatro millones de likes. Hay muchos “destinos instagrameables”. En el top está Bali, Indonesia, donde los turistas se han decepcionado y reclamado, pues los instagramers han hecho de las suyas al abrir esta ventana del mundo con una imagen distorsionada de “La puerta del cielo” y un hermoso reflejo de agua que no existe. Los filtros hacen estragos, también sucede con la montaña de colores en Perú, Las Coloradas en Yucatán, Isla Burano en Italia o The Painted Ladies en San Francisco California, y no digo que no sean hermosos, lo son, pero en redes resaltan los colores con filtros, que hacen que el turista se decepcione al momento de llegar. Ahora ya hasta existen tours especializados sólo para tomar fotografías de Instagram, las turoperadoras crearon “selfie and go”, que no es para conocer, es para tomar la foto y salir corriendo, incluye los destinos más afamados dependiendo de la zona. Si lo contratan, sólo les advierto para que no se lleven un chasco y sobre todo para que no se dejen estafar. En los mercados del sudeste asiático, si estás tomando video sobre todo a lo exótico (banderillas de escorpiones, gusanos, ciempiés, carne de cocodrilo o grillos), te piden propina, cosa que me parece un total abuso.

Al destino que vayas checa el costo, regatea y si aún así te parece excesivo, no lo pagues, busca, muchos que ofrecen el mismo servicio, de la misma calidad a un precio más justo, y también tú puedes ofrecer lo que podrías pagar. Ojo, abusos hay aquí y en China, y si tú lo permites, peor, así que ya saben, disfruten su viaje, pero, hashtag, no se dejen estafar.

*Periodista y conductora
Premio Internacional 
de Periodismo Turístico 2022
Otorgado por la OMPT  
Twitter @NatividadSanche
Facebook.com/NatividadSánchezB

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