Amistades de Ariana González expresaron su preocupación por la mujer, quien fue anexada por sus familiares, sin que sufra de ninguna adicción, solo porque se oponen a una relación sentimental que sostiene con un hombre.

Señalaron que desde el pasado 11 de noviembre perdieron el contacto con la mujer, de 34 años de edad, y madre de tres hijos, pues incluso su teléfono celular le fue quitado por sus familiares, para que nadie se pueda comunicar con la mujer.

Indicaron que solo saben que se encuentra internada contra su voluntad en un anexo de la ciudad de Querétaro, a donde fue trasladada desde el municipio de Pedro Escobedo, lugar donde reside.

Ello lo supieron gracias a una de las hijas de Ariana, quien les dijo que había ido a verla a un anexo en Querétaro, aunque no supo en qué zona era, por no conocer bien la capital queretana.

Incluso, piden anonimato, pues temen a las represalias que pudieran tomar los familiares de la joven mujer.

Una de sus amistades comenta que con su actual pareja —relación a la que se opone la familia— lleva viviendo un año, mientras que de relación de noviazgo tienen un poco más.

Señala que Ariana trabajaba con sus padres, pero “se salió de trabajar porque tenía muchos pleitos con ellos. Por cualquier cosa la cuestionaban. Además percibía un sueldo con el que no podía solventar los gastos de sus tres hijas. Se fue a trabajar a otro lado, y cuando lo hizo duró solo una semana laborando. Como sus papás nunca quisieron que estuviera con su actual pareja, ella se iba un rato con él, su pareja sentimental y se regresaba a la casa de sus papás con sus hijas”, agrega.

Relata que la última vez que se supo de ella fue cuando mandó un mensaje a su pareja, diciéndole que iría a verlo a su trabajo para dejarle de comer. Pero nunca llegó. Incluso, el hombre con quien sostiene una relación sentimental la fue a buscar en la noche a la casa de sus padres, en donde nadie la abrió y nadie le dio razón de su pareja.

La amiga de Ariana narra que muchas de las amistades de ella comenzaron a cuestionar a su pareja, acusándolo y haciéndolo responsable de la desaparición de la mujer. La pareja de la mujer les indicó, recuerda, que con él no estaba y que había ido a buscarla con su familia, pero no le habían dado razón.

Luego, agrega, supieron que la mujer estaba anexada, que pagaron para que se la llevaran a la fuerza, argumentando que consume sustancias, cuando a sus amistades les consta que lleva una vida sana y que no consume narcóticos.

“Ellos [la familia] alegan que consume sustancias. A nosotras nos consta que ella está en perfectas condiciones para que le hagan un antidoping, un examen médico, lo que sea. Simplemente su familia pagó para que ella esté ahí encerrada y para que no esté con su pareja”, afirma.

“La versión que nos dio la persona que nos ayudó a saber dónde se encontraba nos dijo que la persona que se la llevó le comentó que sus papás le dijeron que se estaba drogando porque había adelgazado mucho, pero su familia desconoce que Ariana tiene un problema de salud, que es lo que le ha generado que baje de peso. Ellos ni siquiera se han dado cuenta”, subraya.

Añade que en el anexo en el cual está la mujer ni siquiera le hicieron un examen para ver si realmente consume alguna sustancia, y solo porque pagaron la aceptaron.

Agrega que la pareja de su amiga acudió a la Fiscalía de Querétaro, pero que no pudo denunciar la privación ilegal de la libertad porque no era familiar de la mujer, y no le hicieron caso, por no ser su esposo legalmente.

Las amistades de Ariana afirman que la molestia de la familia de la mujer comenzó cuando la joven comenzó a independizarse de su familia y dejó de ayudarles en el negocio de electrónica, de donde salió para buscar empleo en otro local, en el área de atención al cliente, donde sus compañeros dudan de la versión sobre sus adicciones.

Las amistades de Ariana solo piden saber de su paradero y su pronto regreso, saber que está bien.

“Sabemos que ella no está ahí por su propia voluntad. Tengo entendido que cuando eres mayor de edad y te anexan tiene que ser con tu consentimiento, y que cuando te quieres dar de alta lo puedes hacer igual. Sabemos, tenemos la certeza, que ella está en contra de su voluntad, porque ella no abandonaría a sus hijas [de ocho, 10 y 13 años]. Sabemos que no las abandonaría porque son su vida”, dice una de sus amigas.

Agregan que no es justo que la joven mujer esté anexada sin que sea adicta, solo por coartar su libertad.

La única noticia que se ha tenido de Ariana es una carta que envió a sus hijas en días pasados. Las menores están en casa de sus abuelos maternos, por lo que no tiene mucho contacto con las amistades de su mamá.

Mientras tanto, la hijas de Ariana, como sus amigas y conocidos, esperan su regreso para reencontrarse con ella. De la misma manera, su pareja espera ver nuevamente a la mujer para volver a estar a su lado.

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