El repunte de contagios por Covid-19 ha reducido la movilidad en las calles de Querétaro y con ello las ventas de establecimientos localizados en el Centro Histórico.
Comerciantes del primer cuadro de la ciudad reconocen un descenso en sus ventas, el cual han dejado de relacionar con la cuesta de enero, sino que pudiera ser un impacto colateral frente al incrementos de los contagios.
La perfumería de Víctor Moya luce prácticamente vacía, ubicada en el local 43, en la plaza Mariano de las Casas. Durante la tercera semana del mes tuvo una caída de hasta 70% en sus ventas, en comparación con diciembre.
En esta zona comercial, comparte Víctor, los diversos comercios, incluso restaurantes y cafeterías han resentido el descenso en sus ventas y la baja afluencia de clientes.
“Estos últimos días sí se han visto mermadas las ventas, no quiero comentar lo de la cuesta de enero, porque esa como que ya pasó; lo veo en todos los giros, en comidas, con mis vecinos hemos comentado que esta semana pasada estuvo muy fea, lo relaciono con los contagios porque veo las farmacias y laboratorios muy llenos”, comenta.
Las bajas de esta tercera semana del año, expone, contrastan con la mejoría que se presentó a finales del año pasado, incluso en relación con la primera quincena de enero.
Por ello, Víctor ha tenido que recurrir a lanzar promociones, para incentivar sus ventas.
Este nuevo descenso en ventas llega en uno de los momentos más complicados para el establecimiento, debido a que no ha logrado el nivel que tenía antes de la pandemia, incluso debe hacer frente no sólo a los pasivos acumulados, sino al pago e incremento de impuestos.
“Todavía no hemos tenido un despunte en los números, tengo nueve años aquí, traigo números de cuando tenía cinco años el negocio, realmente perdí cuatro años de negocio en cuestión de los ingresos, sí fue bastante pesado. Sí ha habido destellos [de recuperación], se está activando, pero realmente todavía es insuficiente y no veo ningún apoyo del gobierno, al contrario, [hay] más impuestos”, dice.
Por tanto, insta a las autoridades a que en vez de aumentar el cobro de impuestos, se emitan programas de apoyo para los comerciantes que siguen viéndose afectados por los efectos de la pandemia.
“No hemos tenido ningún apoyo, yo pedí uno al inicio de la pandemia y no hubo, estuve verificando y muchos de los apoyos se los dieron a taxistas o a las personas de los mercados, pero realmente para los negocios no hubo más que los créditos, pero son más complejos (de tramitar)”, menciona.
Para afrontar las dificultades financieras, Víctor tuvo que recurrir a su afore, con la finalidad de sortear costos y gastos de su negocio. Por ahora, comenta, continúa pagando rentas y mercancías acumuladas.
“He trabajado toda mi vida y pedí el apoyo de mi afore, con eso pude de alguna manera solventar mis gastos, pero todavía hasta ahora sigo pagando rentas de otros locales para poder recuperarme, todavía no me recupero, no estoy ni a 80%, sigo debiendo rentas desde la pandemia, pedidos o mercancías que he ido difiriendo en meses”, dice.
Ante esta situación, confía en que el nivel de contagios descienda y la efectividad de las vacunas incida en que la economía se mantenga abierta, previendo que ambos puntos generen un nuevo proceso de reactivación y recuperación económica.
“Ya veo un poco más claro, este bajón lo relaciono con los contagios, pero al saber que no son tan mortales la economía no está tan cerrada. Cambió todo, las proyecciones y todo cambiaron, ya hacía proyecciones de acuerdo con los días, sabías qué días eran buenos, pero ahora no, antes los días buenos eran viernes y sábado, pero ahora ya cambió y bajó mucho”, lamenta el comerciante.
Pepe es encargado de una tienda de artículos personales y de souvenirs, ubicada en la calle Madero, en el centro. Desde este establecimiento, comenta, también se ha sentido una caída en la afluencia de compradores.
Aunque enero suele ser un mes en el que baja el ritmo de las compras, reconoce que en este arranque del 2022 el panorama pareciera más complejo.
“Sí ha bajado la venta, estábamos acostumbrados a ciertos cortes por turnos y ahora ha bajado un poco. Enero no es el mejor mes para todos, por la cuesta de enero, pero tenemos la esperanza de que en marzo o abril se recupere un poco”, expresa.
Las complicaciones económicas que han llegado de la mano de la pandemia, también se reflejan en los bolsillos de los compradores, quienes, comenta, han optado por pagos mediante tarjetas de crédito.
“Vemos que los clientes pagan mucho con crédito, no con débito ni con efectivo, entonces sí preocupa un poco, por la salud económica de las personas”, menciona.
Con el aumento de los contagios, Pepe y sus compañeros han fortalecido aún más los protocolos sanitarios, pues han retomado el uso de la careta.
Relató que a lo largo de la pandemia algunos clientes se han molestado, debido a que pretenden ingresar a la tienda sin cumplir con los protocolos sanitarios, motivo por el cual se les ha restringido el paso.
En el Jardín Guerrero se encuentra María Zamora, vendedora en un puesto de periódicos; relata que desde este negocio también se ha visto una caída en ventas, pues la gente ha dejado de salir.
“La gente ya no sale tanto, la economía la invierten en medicamentos y baja mucho [la venta]. A nosotros nos ha bajado como 50% la venta respecto a diciembre”, cuenta.
María tiene confianza en que en las próximas semanas reduzca el nivel de contagio, haya más control sobre la pandemia y sus clientes regresen.
