Black Phillip es el primer bar incluyente con las personas sordas en Querétaro, debido a que Luz y Cesar, dueños del negocio, se comunican con clientes sordos a través de la Lengua de Señas Mexicana (LSM).

Dicho bar especializado en cervezas artesanales, comenzó a operar en noviembre del año pasado, pues ambos emprendedores, Lucero Fuentes y César Muñóz, esperaron a que mejorara un poco la crisis económica provocada por el Covid-19.

A pesar del poco tiempo que Black Phillip lleva abierto al público, poco a poco ha tomado relevancia entre la comunidad sorda de la entidad, pues los clientes con sordera comparten en redes sociales fotos y videos para que más personas sordas conozcan el espacio.

“Cada vez son más las personas sordas que llegan al bar, algunos incluso nos piden grabar un video en LSM para subirlo a sus redes sociales y que más personas nos conozcan; somos el único bar que ofrece esta atención a las personas sordas, no sabemos de nadie más que haga lo que hacemos nosotros en Querétaro”, comentan.

Los esposos decidieron emprender luego de inspirarse en un bar de la Ciudad de México, donde sólo vendían cervezas artesanales. La idea de tener su propia empresa los acompañó durante un par de años, hasta que por motivos personales tuvieron que mudarse a la ciudad de Querétaro, y una vez aquí, decidieron apostarlo todo para cumplir su sueño.

El arranque de su proyecto coincidió con la llegada de la pandemia, por lo que la apertura del bar se vio retrasada debido a las restricciones sociales.

Sin embargo, los jóvenes no perdieron el tiempo y aprovecharon el llamado “aislamiento social” para cumplir otro de sus sueños: aprender Lengua de Señas Mexicana.

La pareja se inscribió a las clases virtuales de LSM impartida por la asociación civil queretana Latido Sordo, y en unos cuantos meses terminaron los cinco niveles básicos; por estas razones, decidieron que el uso de la Lengua de Señas Mexicana sería un plus en el funcionamiento de su bar, ubicado en Milenio III, Senda del Amanecer 70, Plaza Brisas.

“A diferencia de otras personas, nosotros quisimos estudiar LSM porque siempre nos gustó, no conocíamos a ningún amigo o familiar sordo, era una motivación personal. Cuando terminamos los niveles, decidimos que esto que habíamos aprendido lo podíamos emplear en nuestro negocio, que sería un plus, una extra”, dicen.

Una vez que Black Phillip abrió sus puertas al público, comenzó a correrse la voz sobre la atención personalizada que Luz y César ofrecían a las personas sordas, pues ambos ponen en práctica lo aprendido recientemente en sus clases virtuales.

Para ambos emprendedores, comunicarse con clientes sordos es una experiencia gratificante no sólo para ellos, sino para las personas sordas, que sorprendidas, descubren que pueden llegar al bar y comunicarse sin ningún impedimento.

“Los sordos se emocionan mucho cuando llegan al lugar y ven que podemos comunicarnos con ellos en LSM. Tenemos un cliente que venía con sus hermanas oyentes para que lo ayudaran a pedir su orden y demás, pero ahora él viene solo porque sabe que podemos atenderlo sin problemas.

“A los clientes sordos les explicamos qué cervezas tenemos, cuál es el estilo de cada una, y ellos siempre son muy amables y nos corrigen alguna seña que hagamos mal o resuelven nuestras dudas”, señala Luz.

“Esto también despierta la curiosidad de las personas oyentes, a veces los demás clientes nos preguntan cuál es la seña de cerveza o cómo se pide alguna orden, etc. Esto es lo que queremos, que cada vez los oyentes se interesen más por la LSM”, explican.

Black Phillip, el bar que practica la lengua de señas
Black Phillip, el bar que practica la lengua de señas

Ambos emprendedores aún reciben a muchos más clientes oyentes; sin embargo, cada vez es más común que personas sordas lleguen al lugar por recomendación de otros sordos, porque lo vieron en redes sociales o simplemente por casualidad.

“Los clientes sordos que tenemos actualmente son los que difunden que atendemos en LSM, ellos mismos nos recomiendan, y algunas personas sordas nos escriben en Facebook para confirmar que atendamos en LSM y después los vemos por aquí”, detalla César.

Tanto Luz como César coinciden en la importancia de que cada vez sean más los negocios incluyentes que tengan la capacidad de atender a todos los sectores sociales.

Señalan que la verdadera inclusión va más allá de utilizar signos como “@” o “x” en los textos, sino hacer un esfuerzo extra y aprender la Lengua de Señas Mexicana para ser incluyentes con las aproximadamente 14 mil personas sordas que hay en Querétaro.

Para esta pareja, el escenario ideal no es que su bar se convierta en un espacio exclusivo para sordos, sino un lugar en donde puedan convivir tanto sordos como oyentes para generar esa verdadera inclusión.

“No queremos ser un lugar exclusivo para oyentes, ni exclusivo para sordos, queremos que a este bar pueda venir cualquier persona, que convivan sordos y oyentes, esa es la verdadera inclusión, que todos puedan disfrutar en un mismo espacio”, comparten ambos emprendedores sobre su proyecto.

Black Phillip, el bar que practica la lengua de señas
Black Phillip, el bar que practica la lengua de señas
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