A un día de dejarles regalos a los niños, los Reyes Magos desfilaron por las calles del Centro Histórico de Querétaro. Melchor, Gaspar y Baltasar, saludaron a las familias que se dieron cita para revivir una tradición que se creía perdida hace casi 40 años.

Fue en la década de los setentas cuando los niños, de aquél entonces, vieron por última vez el desfile de carros alegóricos y el recorrido de los Reyes Magos; este año la festividad regresó con el objetivo de que se retome como tradición año con año.

La presidenta del Patronato de las Fiestas de Querétaro, Socorro Ontiveros Cabrera, recordó que pese a limitantes económicas en el presupuesto del Patronato, se logró la colaboración de queretanos, amigos de la también escritora, para hacer esta fiesta.

El recorrido comenzó en la intersección de las calles Corregidora e Hidalgo, la caminata se dio en dirección al sur para llegar al Jardín Zenea; el contingente tomó la calle de 16 de septiembre, Juárez, Madero, ahí dio vuelta en Ezequiel Montes, llegó a Hidalgo hasta alcanzar el punto de salida.

Por más de una hora las familias que se dieron cita en el Centro Histórico disfrutaron de la alegoría de la festividad, que resulta (el 6 de enero) la más esperada por los niños en toda la República mexicana.

En este recorrido se contó con cuatro carros alegóricos: el primero con el nacimiento navideño, una banda de música, la estrella con los Reyes Magos e integrantes de la cabalgata quienes llevaban los regalos.

Por este motivo, las calles del Centro Histórico, aledañas al recorrido, fueron cerradas desde las 15:30 horas, sólo fue que hasta las 19 horas la circulación fue retomada por los automovilistas.

Los fines de semana las calles del Centro están repletas de familias, quienes disfrutan de los atractivos no solo históricos, sino de las tradiciones que ahí existen: bandas de música, el danzón de los “abuelitos”, la vendimia de globos y antojitos mexicanos.

Este fin de semana, el primero del año, resultó especial no solo por el renacimiento de una vieja tradición, sino porque es la antesala de la entrega de regalos a los niños, y porque es el fin de semana previo al regreso de las vacaciones decembrinas.

Las calles, no solo por donde pasó la caravana, sino del Centro de la ciudad, lucieron repletas de personas: niños, jóvenes, adultos, que disfrutaron de una tarde de convivencia familiar.

Este marco fue aprovechado por los niños que compraron globos de helio para lanzarlos con sus cartitas de peticiones, y que al terminar la cabalgata dieron un colorido de confeti al cielo; también pudieron tomarse fotos con personas que, disfrazadas de Reyes, se encontraban en algunas plazas.

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