Después de que se dio a conocer que Ma. Amparo Casar cobró de manera indebida 48 millones de pesos de Pemex por una inmerecida pensión vitalicia, la señora, salió a hacerse la víctima como una “pobre viuda desvalida”. Sin embargo, la realidad es otra.

Casar cobra en “mexicanos contra la corrupción y la impunidad” (MCCI) cerca de 300 mil pesos mensuales y eso que dicha organización “no tiene fines de lucro”. Además cobra, desde 1979, como profesora investigadora de “tiempo completo” en el CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económicas) en donde gana, al menos, otros 55 mil mensuales. Por si fuera poco, le cobra al Canal 11, 15 mil pesos por programa semanal de la serie “Primer plano”, lo que implica otros 60 mil. Es decir, sin su indebida pensión de Pemex, Casar gana arriba de 400 mil mensuales y con la pensión supera el medio millón. Un verdadero abuso pues gran parte de sus ingresos provienen de instituciones públicas (Pemex, CIDE y Canal 11).

Por cierto, Casar apoya la campaña presidencial del PRIAN y de Xóchitl Gálvez (la que a su vez salió a solidarizarse con el latrocinio de Casar) y su caso no es el único que evidencia la hipocresía y el cinismo de la derecha, que despotrican en contra de lo público, pero que cuando acceden a algún cargo no lo quieren soltar y se aprovechan.

Está también el caso de José Ángel Gurría, encargado de diseñar el programa de gobierno de la panista Xóchitl Gálvez, quien se jubiló de Nacional Financiera con apenas 44 años de edad y con sólo 11 meses de antigüedad en dicha institución. Caso muy parecido al del exmarido de Casar que sólo trabajó en Pemex cuatro meses.

Gurría nos ha costado por su indebida pensión, más de 23 millones de pesos por sus 30 años como pensionado de lujo. Cabe señalar que Gurría fungió como secretario general de la OCDE, entre 2006 y 2021, período en el que no sólo cobró, de manera fraudulenta, más de un millón de pesos anuales por su pensión en México, sino que también cobró en la OCDE más de 470 mil pesos mensuales.

Eso sí mientras estos personajes derechistas se sirven con la cuchara grande del dinero público, al mismo tiempo se oponen a los programas sociales que ayudan a mitigar las necesidades económicas de millones de mexicanos.

Son igualitos que el panista Vicente Fox que pide que se eliminen las pensiones para la gente mientras exige que se le devuelva su pensión y sus canonjías que le costaban al país cinco millones de pesos mensuales. Para esto quiere la derecha regresar al poder.

Académico de la UAQ.

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