Por muchos motivos podríamos aplicar la palabra vergüenza. Pero hoy es tan contundente que refleja todo lo qué pasa por el mundo rojiblanco. Pero vamos por partes. El juego: Pepe Cardozomandó a la cancha lo mejor que tenía y como mejor conoce sus estilo obsoleto de juego 4-4-2.

Tradicional para que los laterals le den juego a los volantes por las bandas y dos recuperadores de pelota en la contención para tirar centros si la Chofis y el Cone llegan a línea de fondo. Ahí Zaldívar aprovechó muy rápido la primera del partido al minuto 3 y por 45 minutos Pulido, Orbelin y de nuevo el Chelo dejaron ir el 2-0. Como guion de la nueva película que está filmando Amaury Vergara, salieron al complemento los puros mexicanos sin entender qué hacer ni cómo cerrar la obra.

La lentitud de los centrales en el primer contragolpe del Kashima le dio a Nagaki la igualada y con ese tanto el control del sistema del equipo japonés. El VAR y su pachanga marcó un penal ante la típica inocencia del Tortas Pérez y Serghino, uno de los 3 brasileños que Zico recomendó la puso en las redes.

Ya con el equipo tendido Abe aprovechó las desconcentraciones en la marca para hacer el gol del partido en un recorte hacia al centro a la endeble marca de Van Rankin y ponerla en el ángulo. Para finalizar el juego con algo de orgullo y dignidad se consiguió el segundo tanto en el rebote del arquero que le había atajado el penal a Pulido. Una vergüenza absoluta.

La crítica: la Chivas demostraron que llevan un rato sin rumbo. Que a base de cariño por el equipo, vetar a los medios críticos, hacer relaciones públicas de sus directivos más que rodearse de gente que sepa trabajar en la cancha y no en el teatro dando las primera, segunda y tercera llamadas de algo que no existe: un proyecto acorde a la grandeza de Chivas.

Se pierde la oportunidad de jugar contra el Real Madrid por tener un equipo inactivo 3 semanas, por no calificar por 3 torneo consecutivo (SÍ, tercer torneo consecutivo), por meterte de nuevo en problemas del descenso, por que el dueño sigue desaparecido, y por que has dejado ir a los jugadores que marcaban diferencia. Así de simple y así de sencillo.

Serán días muy complejos en los Emiratos Árabes Unidos donde tendrán que jugar un partido de consolación por un pinchurriento quinto partido. Menos mal que en el estadio solo había 3,994 personas viendo la segunda gran crisis profunda del rebaño en la Era Vergara-Higuera en tan solo 4 años. ¡Bienvenidos, bienvenidos!  Al día que se vuelve a decir que Chivas es la vergüenza nacional.

arq

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