MUNICH.— Nadie quiere hablar de una final alemana en el Bayern, cuyo respeto por el Barcelona y su estrella Lionel Messi sigue intacto, pese al 4-0 conseguido en el partido de ida en tierras bávaras.

El Bayern sufrió en 2009 la peor humillación de la Liga de Campeones precisamente en el imponente Camp Nou, donde este miércoles buscará la ansiada final con la misma fórmula aplicada en el Allianz Arena de Munich. “Debemos jugar con la misma entrega, la misma concentración y la misma orientación táctica”, demandó el técnico Jupp Heynckes.

El campeón más precoz de la Bundesliga se prepara para un duro día del trabajador en el que buscará el billete para Londres. “Se habla mucho de una final alemana y de Wembley, pero ahora sólo existe para nosotros el Barcelona”, dijo el holandés Arjen Robben y advirtió: “No podemos rebajar ni 1% la intensidad respecto del partido de ida”.

Pero el respeto por Lionel Messi, la magia del Barcelona y del estadio sigue incólume. “Si hay un equipo que puede corregir un 4-0 como ése, es Barcelona”, sostuvo Robben.

“Barcelona vivió con el 4-0 en Múnich una experiencia que le servirá de acicate”, se mostró convencido el director deportivo del Bayern, Matthias Sammer.

También Heynckes mencionó el “orgullo herido” como impulso para los catalanes. “Barcelona está herido e intentará defenderse”, comentó el portero Manuel Neuer. “Haremos todo lo posible para evitar un desastre”.

Uno como el que sufrió el Bayern de Jürgen Klinsmann a manos del Barça por 4-0. O como el que vivió esta temporada el Milán en el Camp Nou. Para Sammer, todo dependerá del propio rendimiento. “Si lo hacemos bien, seguiremos a la final. Pero si jugamos como contra Arsenal en casa, entonces podría ser desagradable y peligroso”.

El presidente de honor del Bayern, Franz Beckenbauer, advirtió que Barcelona “echará mano de todos los medios”, los permitidos y los prohibidos.

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