El fracaso que México sufrió en el pasado Clásico Mundial de Beisbol no terminó con la penosa batalla que protagonizaron en el terreno de juego junto con el equipo canadiense, que los venció y a la postre los eliminó, si no que sigue heredando problemas, sobre todo, a la nueva camada de jugadores, que no saben si asistir al torneo clasificatorio, o mantenerse con sus novenas ligamayoristas buscando un puesto en el róster del día inaugural.

Culminar por debajo de Canadá, Italia y Estados Unidos en el Clásico de 2013, condenó a México a tener que participar en la fase previa que se disputará en Mexicali, del 17 al 20 de marzo, donde se medirá a la República Checa, Nicaragua y Alemania. Para el Preclásico, el país aún no cuenta con un equipo definido y en gran medida es por la libertad que tienen los peloteros para ir o mantenerse con sus equipos.

Julio Urias, prospecto uno en cuanto a lanzadores de Dodgers, también ha sido tentado a formar parte del combinado nacional, pero fue invitado al Spring Training por su equipo, que analiza debutarlo.

“Mi primera opción sería aquí con Dodgers y ver si hay una oportunidad para mí aquí. Pero al mismo tiempo, me encantaría estar con el equipo mexicano”, comentó Urias.

Si México no hubiera terminado con el peor récord de su grupo, no tendría que preocuparse por la instancia previa y acudiría al Clásico Mundial de 2017, con el consentimiento de Grandes Ligas.

César Vargas de los Padres de San Diego fue invitado a formar parte de la Selección, pero el poblano prefiere concentrarse con su conjunto, pues tiene muchas posibilidades de quedarse con un puesto de relevistas.

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