Chocan otra vez Águilas y Cementeros; América y Cruz Azul, pero en esta ocasión, en un juego de eliminación directa.
Con mucho que ganar, pero...
Mucho más por perder.
La palabra fracaso estará en la biografía de quien sea eliminado, porque caer ante el odiado rival tendrá repercusiones en los dos campamentos, de formas diferentes, pero al final iguales, porque el golpe será tremendo.
Es contudente del lado americanista, si caen en la Copa, tendrán que ganar obligadamente la Liga.
“Claro que será fracaso, si no cumplimos los objetivos trazados, no hay que temer a esa palabra. [La Copa] es un torneo diferente, de eliminación directa y por eso hay que sacar el resultado”, dijo de forma sobria Miguel Herrera, técnico de las Águilas, quien está consciente en dónde está parado, además de no tener miedo de poner el compromiso por delante del importante encuentro.
Del lado de Cruz Azul, la historia puede ser aún más dramática. Con el pasado reciente sobre la espalda: la derrota en Liga contra los de Coapa 1-3, y la goleada sufrida ante Lobos BUAP (0-3), el perder, de nueva cuenta, ante el máximo oponente, echaría abajo el ya de por sí cuestionado proyecto de Francisco Jémez, técnico señalado por no conseguir los resultados requeridos, a pesar de su iracundo carácter.
Esta es su prueba de fuego... “No porque sea América, la cara tiene que ser distinta. La cara debe cambiar porque vamos contra otro rival”, dijo
