EAST RUTHERFORD, Nueva Jersey (AP) — La NFL y el personal del MetLife Stadium tuvieron la oportunidad de ensayar su capacidad para retirar la nieve de ese inmueble, menos de dos semanas antes de que albergue el Super Bowl entre los Broncos de Denver y los Halcones Marinos de Seattle.

Tanto la Liga como los ejecutivos del estadio decidieron aprovechar la tormenta del pasado martes, que acumuló más de 30 centímetros de nieve en el área metropolitana de Nueva York, como una suerte de prueba para ver la forma en que pueden tener listo el recinto de 80 mil butacas.

Este será el primer Super Bowl que se realiza en una ciudad con invierno inclemente y en un estadio sin techo.

El vicepresidente ejecutivo de la NFL Eric Grubman dijo que se fijó un límite de 18 horas para retirar la nieve del estadio, los estacionamientos y las calles en el complejo deportivo de Meadowlands, donde se llevará a cabo el encuentro.

La nevada obligó a cerrar escuelas y carreteras, y a declarar el estado de emergencia en Nueva Jersey, la ciudad de Nueva York y varias zonas circundantes. Grubman se negó a especular si una tormenta similar habría obligado a posponer el Super Bowl.

Sin embargo, Grubman aseguró que la Liga tiene planes de contingencia para el encuentro, incluida la de adelantarlo al viernes o al sábado, postergarlo para el lunes o ajustar la hora de inicio el mismo domingo, a fin de capotear las condiciones meteorológicas.

“Con base en el pronóstico de largo plazo, sólo me aventuraría a decir que probablemente hará frío. Dudo que vayamos a tener una inusitada ola de calor”, dijo Grubman.

La nevada fue una coincidencia para los organizadores. Nicole Fountain, portavoz del MetLife, dijo que el estadio y sus contratistas recurrieron a 1,300 trabajadores para retirar la nieve que se acumuló en éste y en los alrededores.

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