GUADALAJARA.— Hay pesadumbre en el Rebaño Sagrado. No hay lugar para el buen ánimo tras la derrota en el Clásico Tapatío, por 0-1. Pero existe un sentimiento de frustración ajeno al desempeño. Se percibe coraje hacia el arbitraje. Por eso, Luis Ernesto Pérez levanta la voz: “Ya basta”.

El sábado pasado, frente al Atlas, Chivas volvió a ser víctima de la polémica arbitral. Paul Delgadillo expulsó a Rafael Márquez Lugo, apenas al minuto 17 y en tiempo de compensación no quiso señalar una clara mano del chileno Rodrigo Millar en el área.

“En el caso de Rafa, dice que le aplaude y Omar Bravo también en una jugada que se cae, le aplaude. Entonces, no creo que las decisiones sean justas y eso al final influye”, explica Lucho.

A medida que sus palabras fluyen, crece también el resentimiento hacia el árbitro. “Aparte fue malo para el espectáculo, para la gente que paga un boleto. Es imperdonable, pues a ellos les cuesta pagar un boleto y creo que hubiera sido mejor el partido con 11 porque estaba bueno y lo echa a perder”, añade.

“Nunca he hablado mal del arbitraje, pero creo que ya basta. Porque nos echan a perder el trabajo de la semana. A final de cuentas, siempre nos están acuchillando”, reprocha el mediocampista.

Por cierto, el delantero Érick Torres sufrió una luxación traumática del codo izquierdo. A pesar de lo aparatoso de la lesión, el médico le acomodó el brazo y volvió al campo, pero el doctor Rafael Ortega informó que la lesión lo alejará tres semanas. Terminó el torneo para El Cubo.

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