Monterrey.— Antonio Mohamed, técnico de Rayados, asegura que haber perdido la final ante los Tigres fue “una caricia”.

“Me han sucedido peores cosas en la vida que perder una final; esto es una caricia. No matamos a nadie. Hicimos una gran temporada, la vida continúa para delante, así soy yo”, manifiesta el entrenador argentino, quien hace algunos años perdiera un hijo.

El Turco, con el mando del Monterrey, ha caído en dos finales de liga: una frente a los Tuzos, con los que ahora definirá el cetro copero; y la otra contra los Tigres en el clásico regio.

Para Mohamed no existe la palabra revancha contra un equipo en especial, sino que en el propio seno de Rayados existe la sed de desquitarse de las caídas.

“La espina que tenemos clavada, no es con Pachuca o con el rival que nos ganó [la UANL], es con nosotros mismos, porque tenemos muchas ganas de reivindicarnos. No nos queda más que aprender, estoy enfocado en ganar mañana [hoy] a un rival que será sumamente difícil y que apenas acabó su actividad”, considera el argentino.

Rogelio Funes Mori, delantero del Monterrey, explica que aún hay dolor en el club, por dejar ir el título frente a su acérrimo enemigo.

Cree que alzar la Copa en casa, significaría poder darle felicidad a su afición que quedó maltrecha.

La clave para el ariete es tener la contundencia de la que carecieron frente a los felinos norteños.

“Debemos estar certeros como nunca en esta campaña y darlo todo para mañana [hoy] levantar la Copa y darle un título a la afición”, afirma Funes Mori.

Los Tuzos sienten que “es un premio” estar en la final de Copa. Pachuca quiere sorprender de nueva cuenta a los regiomontanos, con la inercia de haber conseguido el tercer lugar en el Mundial de Clubes.

“Tenemos la mentalidad de poder ganar todos los partidos, mañana [hoy] no será sencillo. Para nosotros ya estar aquí es un premio muy grande”, expone el timonel tuzo, Diego Alonso. (Con información de Juan Antonio Dávalos)

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