Madrid.— El Real Madrid donde juega el mexicano Gustavo Ayón conquistó ayer su novena Copa de Europa de basquetbol, la primera en 20 años, al ganar delante de su público 78-59 al Olympiakos en una final de gran nivel que los blancos resolvieron con una mezcla de talento, cerebro y carácter.

Fue un magnífico encuentro, mucho más parejo de lo que sugiere el resultado final. Hubo excelentes defensas, acertadas direcciones en los banquillos, emoción y jugadores sobresalientes. A la cita sólo faltó el base griego Vassilis Spanoulis, la gran estrella de Olympiakos, que se quedó en unos pobres tres puntos.

Jaycee Carroll fue el mejor anotador blanco con 16 puntos y lo secundó un gran Andrés Nocioni. El argentino, autor de otro gran partido tanto en ataque como en defensa, fue nombrado además Jugador Más Valioso (MVP).

“Jugamos muy duro, no fue bonito, pero jugamos duro en defensa. Así hay que jugar una final y más ante un rival tan duro como el Olympiakos, que ha hecho una gran final. Además estoy muy contento por haber sido nombrado el mejor jugador”, dijo tras el triunfo el argentino.

Ayón, quien fue el Más Valioso en las semifinales, tuvo una discreta actuación, porque se metió en problemas de faltas desde el primer cuarto.

En total estuvo 14:47 minutos sobre la duela y terminó con sólo dos puntos y además bajó cinco rebotes.

El nayarita falló los tres tiros de campo que tomó y repartió una asistencia para el Real Madrid.

Ayón se une a Manuel Raga como los únicos mexicanos en conseguir un título europeo en basquetbol.

Raga, quien fuera figura para el Pallacanestro Varese de Italia fue campeón de Europa en las temporadas 1970, 1972 y 1973.

Tras dos cuartos muy ajustados con un marcador bajo que beneficiaba al juego griego (35-28 para el Real Madrid al descanso), el Olympiakos, que derrotó al Madrid hace dos años en la final de Londres, abrió un parcial de 11-0 que devolvió a los griegos al partido.

Pero tres triples consecutivos y una bandeja del estadounidense Carroll, que sumó 11 de sus 16 puntos en este cuarto, desatascaron al Madrid, devolviéndole una ventaja que ya no dejó escapar en el resto del partido.

“(Han) demostrado el coraje que se necesita cuando tienes una derrota para levantarte”, dijo Pablo Laso en referencia a las últimas finales perdidas.

El Olympiakos, que fue mejor que el Madrid en los lanzamientos de dos puntos, pero fue superado en el rebote, firmó un bajísimo 5 de 23 en triples y 12 de 26 en tiros libres.

Nocioni, ex jugador de los Chicago Bulls de 35 años, fichó este año por el Real Madrid para saldar una de las cuentas que tenía pendiente en su carrera: la final de la Euroliga.

“Hay una cosa que en baloncesto no es tirar a canasta, defender o robar balones. Aquí dentro [señalando el corazón] tiene que haber algo y el corazón del ‘Chapu’ tiene que ser muy grande, muy grande. Me alegro mucho por él, en una carrera tan larga como la suya", dijo Laso.

Sergio Llull, con 12 puntos, también brilló en el Real Madrid, el equipo más laureado del continente, que llevaba sin ganar la Euroliga desde 1995, con un histórico equipo capitaneado por Arvydas Sabonis.

Matt Lojeski lideró al conjunto griego con 17 unidades, mientras que la estrella del equipo, Vassilis Spanoulis, que catapultó al Olympiakos a la final el viernes, quedó desdibujado con sólo tres puntos.

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