El mal 2013 que ha vivido la Selección Mexicana arrastra irremediablemente a terceros. El efecto dominó no sólo ha impactado en el futbol local, sino que también derribará otros castillos de arena, al margen de las pérdidas que registrarán los seleccionados, los clubes, los patrocinadores, los negocios restauranteros, las tiendas de ropa deportiva y el consumismo que rodea a la hasta hace poco “infalible” marca del Tri.

Expertos consultores, economistas, patrocinadores, tiendas de ropa y restaurantes hacen cuentas sobre las pérdidas que la crisis del Tricolor les ha provocado durante el año, y arman su plan de contingencia en caso de que el caos se extienda ante el riesgo de que México tampoco pueda contra Nueva Zelanda, en el último intento por asistir a Brasil 2014.

“Son mil millones de dólares, que los puedes sumar de diferentes maneras”, explica, calculadora en mano, Luis Ramón Carazo, consultor y consejero de empresas. “Con que cada uno de los 50 millones de aficionados al futbol deje de consumir 20 dólares, porque no va a tener la misma presencia si no va México ni va a tener las mismas ganas de ir a un restaurante. Ese consumo te da mil millones de dólares. Eso sería un impacto que lo racionalizas con la baja de patrocinadores, con la baja en el rubro de camisetas y artículos comerciales por los derechos de transmisión”, redondea.

Adidas, observa Carazo, ya es una de las claras perdedoras. Lo sería mucho más, si esto no funciona: “Se habla de un consumo, entre camisetas y otras prendas de vestir y calzar, de más o menos 300 millones de dólares”.

Alberto Aguilar, economista y colaborador de EL UNIVERSAL, abunda: “En cuanto a los 3 millones de camisetas que se pensaban vender por parte de Adidas, hay grandes dificultades. Hace unos días se abrió a través de Netshoes, que es el portal de la FMF para la venta de camisetas, y creo que va a ser difícil que se pueda lograr esa cifra de 3 millones”.

El impacto inicial lo sufrirían los mismos actores del espectáculo: “Cada jugador, cuando va al Mundial, percibe el último año, entre que clasificas y vas al Mundial, alrededor de 3 y 10 millones de dólares”, acentúa Carazo. “Son 20 jugadores [de la Selección], estamos hablando de casi 100 millones de dólares que los futbolistas dejarían de ingresar”.

Desde el punto de vista de las televisoras “la mayor parte de los patrocinadores que van a participar con las televisoras en sus paquetes que tienen que ver con el Mundial ya están cerrados y difícilmente veo que se salgan, porque no hay cláusula de escapatoria para que se vayan, aún cuando la Selección no clasifique”. Sin embargo, “el impacto vendría a futuro”.

¿Cuánto vale la marca de la Selección? Un estimado de 700 millones de dólares. ¿Cuánto le pierde el presidente de la FMF, Justino Compeán? Quizá el trabajo. Porque él, en el cuatrienio, ya ha ganado 25 millones de dólares, de los 250 millones que ha facturado por concepto de la marca “Tri”.

¿Y los clubes? De por sí, el primer año después del Mundial, junto con el último son los de menos ingresos para ellos. Si México no clasifica, impactaría en esta Liguilla y en el próximo semestre.

Después, analiza Carazo, al final del túnel el futbol va ligado con la niñez del individuo. El aficionado, aún desanimado, no puede dejar de irle a su Selección. A lo mejor “ya no voy a ver partidos por un rato” y ahí es donde viene el impacto económico. Más tarde, se curan las heridas.

“La pérdida —expone Carazo— sería transitoria, no permanente y seguro veríamos cambios de directivos, de ejecutivos y una serie de tareas para rescatar la esperanza de la marca, porque en el deporte no te puedo garantizar que gane, sólo mi máximo esfuerzo...”.

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