La edición del Encuentro Internacional de Teatro, Alternativas e Investigación (EITAI) de este año se convirtió en una plataforma consolidada de diálogo entre público y creadores.

Luego de trece años llegó a su momento adolescente en el que las artes escénicas no solamente se convierten en artes contemplativas que brindan al público un espectáculo gozoso, sino que como buenos adolescentes, se comienzan a cuestionar las infinitas posibilidades de lo que ocurre en la vida cotidiana desde la perspectiva del arte, con temas siempre controvertidos como el feminicidio, los desaparecidos, el cáncer, la contaminación o el terrorismo.

En el EITAI 2018 participó, desde la perspectiva internacional, Leandro Batz, del grupo Inclassificáveis, director y actor de la Compañía Grito de Teatro (Florianópolis, Brasil), con un taller que tuvo como objetivo aprender, a través de la praxis, el movimiento narrativo entre la memoria y la historia para la creación teatral. Además de la obra 5 Minutos, donde narra, desde la ficción, dolorosos momentos vividos durante los golpes militares en Brasil y en Chile.

Por otra parte, desde Venezuela, Sonia González participó con una obra titulada Equipaje Mínimo, donde el público aprecia una puesta en escena íntima.

En tanto, Fernanda del Monte realizó una conferencia donde profundizó en el análisis de algunos performances y obras de teatro con la temática de violencia de género en el ámbito escénico. Esta conferencia fue enmarcada por una muestra plástica y videográfica que aborda el tema del feminicidio. La obra, de los autores David Steck, Yunuen Avilés Desales y Demian Chávez (este último fotorreportero de esta casa editorial), se entremezcló con el diseño audiovisual de Jesús Noyola, y contó con textos de la periodista Jovana Espinoza en la que un performance a manera de instalación humana fue realizado por Ana Aboytes.

El coordinador general del EITAI, Jesús Noyola, mencionó que una legión de guanajuatenses invadió la ciudad de Querétaro con propuestas escénicas que lograron un encuentro e intercambio de ideas con el público asistente. La intervención realizada en el barrio de San Gregorio no sólo gestionó la posibilidad transdisciplinaria de conjuntar el hip hop y la danza contemporánea como una suerte performática, sino que también sirvió para generar interés en llevar los espectáculos escénicos a otros barrios y latitudes de la capital queretana, haciendo atractivo el desarrollo e inclusión del arte como herramienta de cambio social y, así, despegar al Centro Histórico como un espacio exclusivo para la cultura y las artes.

El EITAI cumple un segundo objetivo implícito, que es educar y cautivar nuevos públicos que por sus dinámicas cotidianas acuden poco a los recintos culturales.

Noyola destaca la interrelación que se lleva a cabo con el público. Al respecto, indica que “los espectadores siempre agradecen las obras donde se puede reconstruir el pensamiento y se abordan, a través del arte, los temas de controversia. El arte reconstruye la mirada que tenemos” acotó. Redacción

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