En la Zona Metropolitana de Querétaro, cada día es más común ver en los ríos de asfalto un caudal de vehículos, los vemos de todo tipo; grandes, pequeños, compactos, de lujo, de transporte de carga, de transporte de pasajeros; nuevecitos de paquete y viejos como mi primer vocho.
En un abrir y cerrar de ojos las horas pico en la Zona Metropolitana de la capital del estado se hicieron más amplias y amenazan con cerrar la brecha que las separa con el riesgo de que esta ciudad se convierta, de manera permanente, en un enorme estacionamiento.
Ejemplo de esto que acabo de escribir hay muchos, basta mencionar a la caótica Ciudad de México o, en menor medida, las zonas metropolitanas de Guadalajara y Monterrey. No podemos permitir que eso suceda en Querétaro, aunque ya comenzamos hace algunos años y ni si quiera nos dimos cuenta.
Datos recientes del Instituto Queretano del Transporte (IQT) indican que, en las últimas cuatro décadas, la Zona Metropolitana de la capital de Querétaro ha sufrido un crecimiento exponencial y con ello, se han disparado algunos números que le podrían sorprender, estimado lector, lectora; a mí me impresionaron.
Mire usted, de acuerdo con el IQT, en los últimos 40 años la zona urbana de Querétaro creció 40 veces su tamaño.
En 1980, en la Zona Metropolitana de la capital del estado, había 380 mil 580 habitantes, hoy el registro es de un millón 245 mil personas que habitan la misma superficie, esto implica un aumento de 227%.
Además, de acuerdo con los datos del Instituto Queretano del Transporte, hace 39 años el registro oficial de vehículos indicaba la existencia de 33 mil 474 automotores en la Zona Metropolitana.
Hoy, de acuerdo a datos oficiales, circulan por las calles 595 mil vehículos; es decir, hoy hay 16 veces más autos que en 1980. Una barbaridad. Por eso la movilidad en Querétaro, Corregidora, El Marqués y hasta Colón y Pedro Escobedo, es un martirio; ya no caben los autos.
Pero, además, a principios de la década de los 80 había un vehículo por cada 11 personas y esa proporción creció en los últimos 39 años hasta alcanzar un vehículo por cada dos personas que habitan en la Zona Metropolitana.
Actualmente, cerca de 50% de la población en la Zona Metropolitana de Querétaro utiliza un vehículo particular para trasladarse.
Estos números deberían llevarnos a la reflexión de que tenemos que hacer algo todos; ya en entregas anteriores señalaba que hay temas en los que la responsabilidad de disminuir los índices de contaminación es de todos; bueno, pues lo mismo sucede con el crecimiento y la movilidad.
En los últimos años se ha observado un avance en la operación de la empresa Qrobús con un modelo integrado que busca garantizar un sistema de transporte seguro, moderno, sustentable e incluyente, según la misma firma, pero hace falta mucho más.
Nuevas y más rutas que estén mejor planeadas; nuevas y útiles unidades que no se descompongan; operadores amables, responsables y educados; vialidades adecuadas que fomenten el uso del transporte público y los medios de transporte alternativos, son acciones que, en unos casos, ya se realizan y, en otras, hacen falta y le corresponde llevar a cabo tanto a la autoridad, como a los concesionarios del transporte y que llevarían a la población a pensar en usar menos los vehículos particulares y más el transporte público.
¿Hay avances? Sin duda. ¿Faltan mejoras por alcanzar? Desde luego y muchísimas. El tiempo se agota, no por los tiempos políticos o electorales, sino por que cada vez somos más. Debemos evitar que el destino nos alcance. Digo.
El último párrafo. La diputada federal por Morena, Beatriz Robles, no distingue entre órdenes de gobierno. Resulta que recientemente ordenó a su equipo canalizar quejas de personas no inscritas en el programa de apoyo a usuarios del transporte público, en lugar de a la Secretaría de Desarrollo Social del Estado, al municipio capitalino. Los asesores, al hacerle ver el error lograron que el oficio fuera dirigido efectivamente Tonatiuh Cervantes... con copia a Luis Nava, por insistencia de la legisladora. Les digo.
@_PaniaguaF
