La confianza ha ocupado un lugar relevante en la agenda pública recientemente. El tema en el exterior se pulsa en encuestas o reportes de organismos internacionales (Foro Económico Mundial) o por editoriales y notas en medios de comunicación. A principios de 2013 había un tono positivo con el Mexican moment; dos años después la percepción es diferente, por la inseguridad, delincuencia, impunidad y corrupción, o por los casos de violación a derechos humanos y la protesta social en Guerrero y otras regiones.

Cómo se percibe la confianza dentro del país ha pasado a un segundo plano, quizá porque es menos llamativo o porque estamos más preocupados de cómo nos ven en el exterior, ya sea porque ello podría afectar los flujos de inversiones hacia el país a partir de los riesgos o simplemente por el deseo de ser reconocidos y ocupar un lugar en el mundo.

Inegi difundió el índice de confianza empresarial de febrero. Las series desestacionalizadas y de tendencia-ciclo del sector manufacturero muestran con claridad que va a la baja desde octubre pasado cayendo a 49.5 por debajo de la línea de 50 por primera vez desde principios del 2010. En estos indicadores, marcas por arriba de 50 implican que la situación se percibe mejor y viceversa.

Al analizar sus componentes es muy revelador que la problemática se concentre en dos rubros: la situación económica presente del país (45.7) y en el momento adecuado para invertir (39.2). Contrariamente, la confianza en la situación económica futura del país (52.5), la situación económica presente de la empresa (52.8) y la situación económica futura de la empresa (58.8) son favorables, pero con tendencias a la baja.

Los indicadores empresariales de confianza de la construcción y del comercio no están desestacionalizados, por lo que la comparación de utilidad es con la del mismo mes del año anterior. En la construcción se ubicó en 49.8 en febrero, 2.8 puntos más bajo que un año atrás, siendo el segundo retroceso consecutivo, luego de que en enero cayó 0.1 puntos. De nueva cuenta los componentes de expectativas futuras del país y de las empresas son más favorables que la situación económica presente, pero ambas desacelerándose.

En el comercio la caída es más preocupante, ya que el índice en febrero bajó 5.1 puntos a 48.6, la tercera baja en fila. Llama la atención que la confianza de los comerciantes en la situación económica del país deja de ser negativa desde septiembre de 2013. Aunque la situación de las empresas en promedio sigue siendo favorable en el comercio, en febrero se registró una baja de 2.5 puntos a 53.2, lo que comienza a ser reflejo de las caídas en la percepción de la situación económica entre los comerciantes en los últimos tres meses.

En contraste, el índice de confianza del consumidor, en cifras desestacionalizadas, creció 0.93% en febrero respecto a enero de 2015 rompiendo una racha de dos meses consecutivos de caídas.

La tendencia de la confianza del consumidor no está claramente definida porque los componentes aportan señales contradictorias. Las referentes a la comparación de la situación presente de los hogares y del país con respecto a la de hace un año, así como de las perspectivas de la situación económica del país dentro de un año van a la baja, pero la expectativa de la situación económica del hogar y las posibilidades de comprar un bien durable son positivas.

Finalmente, no es de extrañar que el deterioro de la percepción de la situación económica presente del país de los comerciantes y de los consumidores vaya a la baja desde octubre pasado y que ello ya esté afectando las expectativas económicas.

Maestro en Economía

Google News

TEMAS RELACIONADOS