Hace unos días tuve la oportunidad de conocer la obra de Patricia Fabre, ella es una artista plástica mexicana, quien cuenta con más de 50 exposiciones individuales y colectivas, misma que estuvo exponiendo su trabajo en Puebla, en la Galería del Palacio Municipal, ubicada en Juan de Palafox y Mendoza no. 14, en el Centro Histórico y de quien tuve la oportunidad de dejarme llevar por los colores y las formas en que maneja su obra más reciente titulada Laberintos.

Esta muestra fue realizada mientras Fabre se encontraba en pandemia; sin embargo, la mayor parte de la serie de sus obras se produjo durante más de dos años; en esta muestra que les platico, deja ver mediante sus piezas el laberinto que llevamos dentro de una manera muy abstracta y conceptual, reforzando mediante los colores la fuerza de las emociones que llevamos de manera introspectiva.

Es una artista que emplea sus obras y las conjuga con un bagaje poético mediante el juego aplicado en la forma de las líneas y formas abstractas, permitiéndonos remontarnos un poco al trabajo de artistas de finales del siglo XIX.

La simplificación formal en la que maneja sus líneas rectas en contraste con sus colores monocromáticos, da un símbolo de la expresión del orden cósmico que representaba el mismo Piet Mondrian, en el año de 1920, cuando representaba en sus piezas un conjunto de neoplasticismo, es decir, que su arte sólo se basa en contener elementos básicos, carentes de accesorio alguno.

Su obra pretende ser trascendental, al lograr una abstracción de la realidad externa, mediante el juego empleado en cada uno de sus trazos, revela un espacio mítico de encierro, donde solamente ella conoce la salida del universo que lleva dentro.

Con trazos caprichosos combina líneas rectas con ondulantes, se aventura en el juego que emanan las figuras geométricas abstractas, representando una composición envuelta de contornos orgánicos que te sugieren una constante búsqueda de los objetos pertenecientes al visible. Sin perder el orden de lo imaginario. Abstrae de manera armoniosa y matemática ese abstraccionismo tan propio de la escuela de Mondrian.

En ningún momento vemos al padre del abstraccionismo, Wasily Kandinsky, en sus obras, por el contrario, llegamos a asomarnos a figuras que nos limitan a encontrar una salida de cada uno de los laberintos que nos hace ser parte Fabre de su obra tanto pictórica como escultórica.

Sin duda el trabajo de Fabre habla de una destreza plástica y de un trabajo de notable constancia en su evolución introspectiva, a través de sus 59 obras conformada por pinturas, esculturas y libros de la artista.



X: @nayelirosasb

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