En uno de sus mítines de campaña, en Tabasco, la candidata presidencial del PRIAN, Xóchitl Gálvez, se atrevió a criticar una vez más, la construcción de la refinería de Dos Bocas. Específicamente, criticó al gobierno federal porque la refinería no ha entrado en operación porque “están bien weyes”.

Es necesario recordarle a Gálvez que en los 36 años de neoliberalismo los gobiernos de los partidos que la apoyan fueron incapaces de construir una sola refinería, a pesar de ser una infraestructura necesaria para el país.

A lo más que llegaron fue a construir la barda de una refinería, la que por cierto nos costó 12 mil millones de pesos, la barda más cara del mundo. Y esto sucedió en el sexenio del panista Felipe Calderón. Así que la panista Gálvez debería tener un poco de autocrítica, pues su partido nunca pudo construir una refinería en los dos sexenios panistas, de Fox y Calderón y eso a pesar de que en esos sexenios se tuvieron ganancias por exportación de petróleo por 1.7 billones de pesos.

Gálvez, además de que presume de ser ingeniera y de que se auto considera como una “ingeniera xingona” desconoce totalmente todo lo relativo a la construcción de refinerías.

Desconoce que una refinería del tamaño de Dos Bocas, diseñada para el procesamiento de 340 mil barriles diarios de petróleo, tarda como mínimo cuatro años en su construcción. Hace finta de desconocer que la refinería se construyó en medio de dos años de pandemia, 2020 y 2021, en la que colapsó el sistema logístico a nivel internacional. Gálvez también desconoce que antes de la construcción de una refinería deben invertirse meses en el diseño y en todos los preparativos previos. Gálvez también desconoce que una vez terminada la construcción pasan meses e incluso hasta más de un año, de pruebas previas al inicio de la operación de una refinería, pues son instalaciones extremadamente complejas que una vez que inicia su funcionamiento ya no paran, trabajan 24 horas al día durante los 365 días del año.

Por último, hay que recordarle a la “ingeniera” Gálvez que, si quiere hablar de sobreprecios, puede tocar el tema del tren rápido Toluca-CDMX. Obra que el PRI, partido que postula a Gálvez, presupuestó en 30 mil millones de pesos. Sólo construyeron la tercera parte de la obra, sin embargo, se gastaron el doble del presupuesto inicial, es decir, 60 mil millones de pesos. A ese ritmo el costo total de la obra habría sido seis veces superior, es decir 180 mil millones de pesos.Esto si que significa ser bien “weyes” o ser demasiado corruptos.

Académico de la UAQ.

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