Tras dos años de tristeza por la pandemia de  Covid-19, espera que vengan mejores tiempos, dice María de Lourdes Salazar Sevilla, quien vende carnitas desde hace más de 40 años en Santa Rosa Jáuregui, poblado de la capital queretana que es famoso por la preparación y venta de este antojito mexicano.

Los cazos con carnitas esperan a los clientes que tradicionalmente acuden a degustar unos taquitos o una torta de carnitas. Hay comensales que piden para llevar y por kilo.

María de Lourdes platica con otra mujer mientras espera que lleguen los compradores. Dentro del local están dispuestas mesas con cierta distancia para respetar norma sanitaria dictada por las autoridades.

Una joven consume en una de las mesas, mientras en una pantalla se reproduce un programa de revista, de esos que las televisoras transmiten durante  las mañanas.

Una mesera es la encargada de atender a los clientes. María de Lourdes se encarga de hacer los tacos, las tortas o servir por kilo las carnitas, ya sea maciza, surtida o cueritos, dependiendo del gusto del cliente.

También vende las tradicionales migajas para hacer gorditas. Nada se desaprovecha en el negocio.

A pesar de haber más movimiento en la calle, dice que aún está “muy tranquilo todo. Toda mi vida me la he pasado aquí, sin ayuda de nadie”, dice.

“Últimos dos años han sido tristes, sin nada”
“Últimos dos años han sido tristes, sin nada”

La mujer recuerda que hace dos años, cuando comenzó la emergencia sanitaria y el confinamiento, no dejaban que nadie entrara al negocio para consumir. Todo era para llevar, lo poco que se vendía. A lo mucho, 300 pesos diarios.

“Cuando nos dejaron meter dos o tres mesitas, ya mejoró tantito el negocio, un poquito más, pero ha estado muy triste todo. Los dos últimos años ha estado muy triste, sin entrada de nada”, abunda.

La reactivación económica, dice, no se nota, pues mucha gente perdió sus trabajos, entonces no hay dinero para que los clientes regresen. Otros, sólo acuden y compran un taco, lo menos que pueden, para no gastar tanto.

En su negocio trabajan dos personas más: su hija y la joven mesera. Antes había otras dos personas  que laboraban en el local, pero actualmente no tiene para pagarles sueldos a más personas. Apenas sale para lo básico, comenta.

“Había días que acudía tanta gente como en vacaciones, o durante vacaciones, que llegaba más gente. Ya nos recuperábamos un poco, pero tantito, no tanto. Así la hemos ido pasando”, narra.

Añade  que muchos negocios de la localidad, principalmente de ropa,  cerraron debido a la pandemia. Quienes venden carnitas o comida se han sostenido, no han cerrado, por ser en parte negocios esenciales. “Nos ha afectado mucho la pandemia y nos sigue afectando, pero ahí vamos, seguimos trabajando y lo que Dios nos socorra”, comenta.

María de Lourdes dice que la fama de las carnitas de Santa Rosa Jáuregui es porque están bien hechas y con higiene, además de que son muy sabrosas. Por eso vuelven los clientes, porque encuentran locales limpios, atendidos de manera amable y con rapidez.

“Como aquí es pasada de mucha gente, luego vienen y se llevan un kilito, se llevan medio, depende de cuánto dinerito traigan. O nada más comen, pero ya es una entrada aunque sea tantito”, subraya.

Dos mujeres acompañadas de una niña llegan al negocio de María de Lourdes. Preguntan por el precio del kilo de carnitas. Luego, piden un kilo para llevar, pero también aprovechan para pasar, sentarse en una mesa y almorzar un par de tacos en el lugar.

Antes, un joven llegó a pedir una torta de carnitas, que la comerciante despachó de manera rápida.

Sobre las próximas vacaciones de Semana Santa y otros días de asueto, María de Lourdes espera que las ventas mejoren. “Que se compongan tantito las ventas. Eso es lo que esperamos todos.

“El gobierno de Querétaro a veces mandaba gente al Parque Bicentenario, y ahora no manda [no hay eventos]. Esa poca gente cuando venía se comía uno o dos tacos y ya nos ayudaba a que se vendiera tantito. Santa Rosa está abandonada. El Lienzo Charro también lo tienen cerrado, no hacen eventos de nada”, lamenta.

Los centros de espectáculos y diversiones, por medidas sanitarias, han permanecido cerrados los dos últimos años. Recientemente, tanto el Parque Bicentenario como el Lienzo Charro, fueron utilizados como centros de vacunación Covid.

Sobre la enfermedad, María de Lourdes  dice que la pandemia cobró varias vidas entre sus familiares. Al menos media decena perdieron la vida por Covid-19. Además de reponerse de esas pérdidas, deben buscar reponerse del golpe económico.

María dice que la gente de Santa Rosa es amable y amigable, además de que en el lugar se puede pasear en su centro, visitar su iglesia y descansar en su jardín central, pero necesitan que el gobierno apoye a la comunidad, de la mano de los pobladores, porque “el beneficio es para todos, para las comunidades y para todos”.

La mujer prepara unos tacos para unos clientes, mientras le dice a la mesera que coloque salsas en la mesa que han de ocupar. Las dos órdenes de dos tacos, están dispuestas para ser consumidas por los clientes, quienes disfrutan del antojito más emblemático de Santa Rosa.

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