Sombreros, blusas ligeras, shorts, bermudas, camisetas sin mangas, sombrillas... todo se vale para luchar contra los 34 grados Celsius que se registran en la capital queretana durante estos días.

Al menos hasta el próximo domingo se esperan temperaturas arriba de los 30 grados en la ciudad de Querétaro y en otros municipios de la entidad, como Jalpan de Serra, donde el termómetro llegará a las 40 grados, o Arroyo Seco, que registrará los 37 grados Celsius.

En la capital queretana, los ciudadanos que se trasladan a sus empleos, escuelas o a tramitar algo a alguna oficina lo hacen buscando la sombra de los edificios. Trasladarse a pie, aunque sea un par de cuadras, a algún sitio es todo un reto. Pues aunque el cielo se encuentra medio nublado, esto no ayuda a calmar “lo picoso” del sol.

En estos días, no puede faltar complementos para combatirlo, como las botellas de agua y los bloqueadores solares.

“No me puse zapatos, preferí las sandalias”, dice Humberto mientras ríe. El joven queretano prefiere la comodidad antes que el estilo, debido a las altas temperaturas en la capital.

Los turistas que visitan la capital del estado también sufren por las altas temperaturas. Buscan algo para refrescarse, una bebida fría que calme el calor que sienten. Agua natural es lo más recomendable, pero algunos optan por bebidas azucaradas y de sabores, algo que los especialistas desaconsejan cuando las temperaturas altas son extremas, como estos casos.

Aquellos que tienen que trabajar en la vía pública, como taxistas, boleros, policías, vendedores ambulantes o lavacoches, no tienen otra alternativa.

Un lavacoches en el estacionamiento de una farmacia se protege lo más que puede de las altas temperaturas. Bajo el chaleco verde reflejante lleva una sudadera. Para protegerse la cabeza utiliza la capucha de la prenda y sobre ésta, una gorra. No olvida sus lentes oscuros, para evitar el reflejo intenso de los vidrios de los vehículos.

Imelda, mujer de mediana edad, comenta que ella, para combatir el calor, toma alrededor de tres litros de agua durante el día. Comenta que lo complicado en toda su rutina diaria, es ir al gimnasio, pues con el calor el ejercicio, aunque tengan aire acondicionado en el lugar, se torna más pesado.

Por otra parte, quienes hacen ejercicio al aire libre, se recomienda, lo deben de hacer por la mañana, antes de las 10:00 horas o después de las 17:00 horas, cuando la intensidad del calor y el sol ya hayan disminuido.

En los estacionamientos de las plazas comerciales los “viene, viene”, tienen que pasar muchas horas bajo el sol. Muchas ocasiones los clientes no dejan propina y se van sin siquiera darles las gracias.

“Es complicado. La gente a veces no da nada y nosotros tenemos que estar mucho tiempo bajo el sol. No es fácil”, dice un hombre que ya entra en la tercera edad y que es franelero en una plaza comercial de la ciudad. En estos recintos son pocos los árboles que existen, y los que hay son muy pequeños como para dar una sombra donde resguardarse.

Poco después del mediodía en las calles de Querétaro se percibe un ambiente diferente: en algunos puntos la circulación de automóviles disminuye, también los peatones son escasos y los que caminan lo hacen de la forma más rápida posible y bajo las pocas sombras que pueden encontrarse a su paso.

Por la tarde, la temperatura, lejos de descender, se mantiene constante. Casi a las 18:00 horas, en la capital queretana la temperatura se ubica en los 33 grados Celsius.

En estas circunstancias, los vendedores de helados, nieves, raspados y aguas frescas registran buenas ventas.

Los queretanos buscan aplacar el calor con alguna bebida fría. Hay quienes, más osados, buscan algún bar para degustar una cerveza o una cuba con mucho hielo, aunque esto no es lo más recomendable, pues las bebidas alcohólicas propician deshidratación en quienes las consumen y termina requiriendo más líquidos al final.

Por todo ello, en esta temporada del año, las autoridades recomiendan tener cuidado extremo con los golpes de calor.

De acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) los síntomas de un golpe de calor son mareo, sudoración excesiva al principio, después, falta de sudor; enrojecimiento y sequedad de la piel, fiebre con temperatura desde 39 a 41 grados Celsius. Además, también se presentan ciertos comportamientos inadecuados, como por ejemplo: comenzar a quitarse la ropa sin importar el lugar; aceleración del ritmo cardíaco, con latido del corazón débil; dolor de cabeza e incluso pueden presentarse ataques convulsiones.

Los signos de alarma cuando se está a punto de sucumbir a un golpe de calor son que la piel se sienta caliente y seca, pero no sudorosa, vómitos frecuentes, falta de aire y sentir confusión o perder el conocimiento.

Lo más recomendable, en estos casos, es llevar a la persona afectada a un lugar fresco, bajar la temperatura corporal con una tela mojada o usando hielo en axilas e ingles y, en caso de ser grave, buscar ayuda de los profesionales de la salud para que puedan atender el caso.

Las personas que puede ser más vulnerables al golpe de calor son los menores de seis años y los mayores de 65. Además también hay mayor posibilidad de sufrirlo entre quienes padezcan sobrepeso, enfermedades cardiacas, con problemas en las glándulas sudoríparas, quienes estén deshidratadas, que consuman alcohol, que usen mucha ropa o estén bajo tratamiento médico también.

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