En la última columna te conté acerca de un artista que tuvo una vida turbulenta llena de eventos transgresores, sin embargo, estos no fueron impedimento para que sus obras terminaran en los museos más importantes del mundo. Esta semana te contaré acerca de otro artista con una fama mundial indiscutible, sin embargo, sus decisiones personales llevaron a más de una de sus parejas a tener crisis depresivas.

Pablo Picasso, artista que no necesita introducción, debido a su gran fama mundial, tuvo una vida amorosa turbulenta. Su vida personal estuvo marcada por diferentes relaciones amorosas, todas estas sirvieron de inspiración para su creación artística; sin embargo, esto conllevó una despersonalización de sus parejas. Si uno busca en Internet acerca de sus relaciones amorosas, el primer término que saldrá es algo como musas de Picasso, este concepto lo siguen cargando las siete mujeres que marcaron la vida del artista. Esto porque cada vez que iniciaba una relación plasmaba sus sentimientos en sus lienzos, al inicio eran piezas que mostraban a sus parejas de manera extraordinaria, llenas de luz, belleza y vida. Sin embargo, estas cualidades iban cambiando a lo largo de la relación, cuando Picasso ya no sentía lo mismo pintaba a las mujeres de manera irrespetuosa, las pintaba como mujeres que sólo tenían una cualidad, el saber llorar y las alejaba de esas mujeres fuertes e inteligentes que eran al inicio de sus relaciones. Esto insinúa varias cosas, la primera, la cual fue comprobada por las mujeres, nos sugiere que sus relaciones no era sólo amor, sino que había cierto grado de violencia. Se dice que el artista manipulaba mental y físicamente a sus parejas, las aislaba para mantener un mayor control sobre ellas, elegía mujeres mucho más jóvenes que él, esto para ejercer más poder sobre ellas, algunos afirman que las golpeaba, además de que las engañaba a diestra y siniestra. Sus engaños no eran simples secretos a voces, el artista descaradamente pintaba a sus nuevos intereses amorosos en sus lienzos para que todos lo vieran, inclusive sus parejas. Esto además de una humillación para sus parejas, dejaba ver que sólo las usaba para pintar, las cosificaba y las alejaba de sus extraordinarias cualidades. Tanto fue su abuso que dos de sus parejas sufrieron crisis depresivas tan fuertes, tras terminar sus relaciones, que una de ellas decidió quitarse la vida.

En las biografías oficiales del autor se dice poco de sus relaciones, meramente se reducen a que fueron una gran fuente de inspiración para la creación artística del autor, pero no se cuenta de todos los horrores que sus parejas vivieron, algunas de ellas escribieron sus memorias y es por esto que conocemos más información. Me sigo preguntando acerca de lo difícil que es separar la vida personal del artista con su creación, ya que Picasso marcó la historia del arte universal, pero a ¿qué costo? La siguiente semana te seguiré contando de otros artistas con vidas personales turbulentas. Pero ¿tú qué opinas? ¿Crees que vale la pena arriesgar la salud mental de alguien para salir beneficiado de algún modo?

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