La historia se cumplió. Se repitió, como desde hace cerca de 60 años (sólo interrumpida en cinco ocasiones), la representación del Viacrucis de La Cañada, en el municipio de El Marqués, y ahora de manera totalmente presencial, luego de pasada la emergencia causada por la pandemia del virus SARS CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19.

Los devotos marquesinos cumplieron con la devoción que comenzó el fraile Pablo del Monte en el año de 1865.

Lo que empezó ya hace dos siglos tiene su continuidad con los habitantes de La Cañada, quienes desde inicio de año comienzan a prepararse para esta semana mayor.

Desde el Domingo de Ramos inicia la representación de la Pasión de Cristo, interpretado por René Blanco Loza, con la recreación de la entrada de Jesús de Nazaret a Jerusalén, la expulsión de los vendedores del templo, la resurrección de Lázaro, el perdón de la mujer adúltera, y la samaritana, entre algunos pasajes de los evangelios.

Por la tarde del Jueves Santo, el lavatorio de los pies a los 12 apóstoles, la última cena, la oración en el huerto de Getsemaní también tienen su espacio y son seguidos por los feligreses, ya sea de manera presencial o a través del muro de Facebook de los

Tribunales de Jesús La Cañada, grupo que organiza cada año la representación, y en la que participan decenas de personas.

El Viernes Santo, las altas temperaturas no detienen a miles de queretanos y foráneos que acuden a La Cañada para presenciar el Viacrucis marquesino. Las calles de la localidad son insuficientes para los cientos de automovilistas que buscan aparcar lo más cerca posible del centro de La Cañada, para evitar caminatas largas de regreso.

La avenida del Ferrocarril, por ejemplo, es insuficiente para los visitantes que llegan hasta La Cañada y quieren llegar al centro.
En la calle Emiliano Zapata, la central de la localidad, se ve llena de puestos de antojitos, como guajolotes, pescados fritos, mariscos, gorditas, tacos dorados y enchiladas.

Sin embargo, el producto que tiene un lugar especial son las micheladas, así como las cervezas, buscadas afanosamente por aquellos que pretenden aplacar la sed ante el intenso calor que se siente en territorio marquesino.

Las horas transcurren y el Nazareno es llevado al palacio de Anás, Caifás y Poncio Pilato, es parte de su pasión. Es observado por miles de personas que se dan cita para presenciar la representación. No faltan quienes en los momentos en los cuales flagelan al carpintero de Nazaret lloran o piden que detengan el suplicio infligido por los soldados romanos.

Luego, y ante la indiferencia del gobernador romano, Jesús es llevado al Gólgota, que como todos los años está en el cerro del Bautisterio. En el camino cae tres veces. También se encuentra con su madre y también se presencia el suicidio de Judas Iscariote, el traidor que vendió a su maestro por 30 monedas y que pasará a la historia como una de las figuras más aborrecibles de la humanidad, aunque para algunos estudiosos de los evangelios, es una figura importante, pues sin su acto de traición no hubiera sucedido la pasión de Cristo.

Los feligreses acompañan el camino de Jesús, su vía dolorosa, en la avenida Emiliano Zapata, hasta donde será crucificado. Algunos, para hacer el camino menos pesado, optan por la caguama, por aquello de evitar la deshidratación por el calor intenso.

Los feligreses suben al cerro del Bautisterio para acompañar a Jesús. Ya en la cima la multitud espera al Nazareno. Observan como llega cargando la cruz de madera.

Muchos se quejan de las sombrillas que llevan algunos de los presentes para protegerse del sol. Piden que se cierren, que los dejen ver la representación.

Se cumple la historia. Jesús es crucificado y muere. Los actores son ovacionados por los asistentes por varios minutos.

Los asistentes al Viacrucis se retiran lentamente del cerro, mientras Jesús es bajado de la cruz. Todo está consumado.

Por la tarde, el grupo Tribunales de Jesús informa que el Viacrucis de La Cañada tuvo un aforo de 35 mil asistentes, con una participación de 300 personas, entre actores, organizadores y voluntarios.

El recorrido del Viacrucis estuvo acompañado por el párroco de la iglesia San Pedro Apóstol de la Cañada, presbítero Gustavo Licón Suárez, quien narró las 14 estaciones del Viacrucis.

El grupo Tribunales de Jesús,  que preside Josué Guevara Martínez extiende un agradecimiento tanto a visitantes, participantes, voluntarios y pueblo en general por su apoyo para la preservación de tradiciones de esta magnitud, que han identificado al pueblo de La Cañada durante muchos años, además de mantener saldo blanco en este 2023.

Por la tarde, en el centro de la ciudad de Querétaro se llevó a cabo la Procesión del Silencio, que partió del templo de La Cruz, con la participación de las diferentes cofradías que participan año con año.

El día más simbólico de la Semana Santa para los católicos llega a su fin. Hoy, Sábado de Gloria, tiene otro sentido, más esperanzador. Mientras el viernes es un día de dolor, el sábado es un día de dicha.

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