El delegado del País Vasco en México, Ibon Mendibelzua, afirmó que, a partir de ahora, las inversiones procedentes de esta comunidad serán menores en cantidad y tamaño, ya que se ha alcanzado una estabilidad, generada por la llegada constante de empresas al territorio nacional.

Expuso que tanto Querétaro como México han tenido unos años muy buenos; pero, desde el punto de vista de la comunidad española, el mercado mexicano está llegando a su máximo posible.

De acuerdo con el diplomático, hay un nuevo factor que sostiene esta decisión: anteriormente las compañías de origen vasco que arribaban eran de gran tamaño y tenían músculo financiero; mientras que, ahora, se han orientado más hacia pequeñas y medianas empresas que, en Europa, son proveedoras de las más grandes.

“Económicamente es una apuesta muy importante, porque la capacidad es diferente. Cuando eres un taller de 20 o 25 trabajadores que allá trabaja muy bien, venir a México tiene su riesgo”, dijo.

“Lo que el gobierno vasco está fomentando, a través de la Secretaría de Desarrollo Económico, es ofrecer ayuda a los proyectos que merecen la pena. Les apoyan con un dinero durante varios años, para que luego que se recuperen devolverlo, o se les quita de algunos impuestos. Como sea”, planteó Mendibelzua.

El delegado señaló que, en el caso de proyectos automotrices y aeronáuticos, la mayoría ya han dado todo lo que podían dar, aunque el interés se mantendría en el nivel de compañías de menor tamaño.

En el caso de los proyectos vascos ya instalados en México, se prevé un crecimiento natural enfocado a la mejora de procesos de producción, centrados en la confección de productos cada vez más sofisticados.

Estas empresas, conocedoras ya del mercado mexicano, buscarían producir cosas nuevas y mejorar los productos ya existentes.

El representante del gobierno vasco en México refirió que quizá esta mejora del producto no requiere de muchos más trabajadores, pero sí de más inversión en tecnología y de un perfeccionamiento en los espacios que se están utilizando.

Efecto Trump. Mendibelzua señaló que no se tiene constancia de un retraimiento de inversiones generado por el efecto Trump, sino más bien de una estabilidad derivada del flujo natural de inversiones hacia México.

Estableció que en los últimos meses de 2016 la delegación se mantuvo cerca del sector empresarial para conocer las perspectivas que se tenían, especialmente en México, ante la llegada de Donald Trump.

“El efecto Trump, a nivel de desanimar a las empresas del País Vasco, a venir a explorar el mercado mexicano, no ha cambiado; siguen viniendo. Todos los años en el mes de febrero tenemos la visita de una misión comercial de empresas vascas, que normalmente llega un grupo de 20 o 25. Este año han venido 30”, acotó.

El funcionario identificó en la coyuntura una oportunidad para que México haga hincapié en una relación comercial más ampliada, que potencie los tratados comerciales que se tienen con distintos países.

Dijo que, en meses próximos, se abrirá la renegociación del tratado de libre comercio entre México y la Unión Europea, situación que se podría aprovechar para fortalecer la relación comercial, política y diplomática.

“Hay ahí otra línea. En vista de que el TLCAN no le funcione bien a México, está el tratado de libre comercio con la Unión Europea, que no tiene que plantear ningún problema. Esa relación ahí está y la idea es seguir teniendo tratados”, refirió.

“México no tiene ninguna mala relación con Europa, pero quizá la ha dejado poquito de lado porque Estados Unidos se lo llevaba todo. Ahora Estados Unidos ya no es tan amigo y lo que tienes que hacer es potenciar a los demás”, añadió.

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