Carniceros del mercado Escobedo aseguraron que no venden carne con clembuterol y explicaron que ellos se abastecen del producto que sale del rastro municipal que tiene la certificación Tipo Inspección Federal (TIF).

Agregaron que cada uno de los tablajeros también tiene una certificación que legítima la venta de los productos cárnicos libres de este anabólico.

Jesús Juárez, tablajero de la carnicería Carranza, dijo que tiene 22 años trabajando en este lugar y apuntó que para ellos también es difícil distinguir la carne de ganado engordado con clembuterol. Sin embargo, asentó que sabe que el color, el sabor y la textura de la carne que proviene de animales contaminados con la sustancia no tiene grasa, es muy suave y el sabor es diferente.

Comentó que ellos no pueden vender carne contaminada con el anabólico ya que en el rastro municipal las reses tienen que pasar por un filtro que marcan las autoridades, a fin de garantizarles a los tablajeros la calidad del producto que ofrecen a las amas de casa y que se expende en los diferentes establecimientos.

Manifestó que las medidas que toman las autoridades en el rastro municipal a ellos los beneficia porque venden carne de calidad sin ningún tipo sustancias que puedan dañar a las personas que la consumen.

Ricardo Luna, tablajero de la carnicería Las Flores, mencionó que las características son notorias cuando una carne no está limpia de este anabólico, ya que el color es similar al de la carne de cerdo. “En el rastro el doctor los examina y no los deja salir, además se multa al dueño del animal cuando se llega a identificar con clembuterol”, refirió.

De acuerdo con los registros de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), en lo que va del año se han tenido 14 casos de animales engordados con clembuterol, cifra que podría incrementarse debido a que los introductores falsean información sobre la procedencia de los animales, lo que hace difícil su localización.

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