A una semana de iniciadas las campañas locales en Querétaro, el debate sobre el agua ha cobrado gran relevancia, especialmente en torno a la propuesta de municipalizar el servicio en la capital del Estado.

El agua será sin duda uno de los temas más polémicos y debatidos durante esta campaña y en el futuro cercano, por lo que considero importante analizar detenidamente y con sustento técnico las propuestas que se presenten en relación al agua.

La realidad es que municipalizar el servicio de agua requiere de un diagnóstico serio que fundamente este cambio, en el que se consideren aspectos como la infraestructura actual, la sostenibilidad ambiental, las necesidades de inversión y la capacidad administrativa, técnica e institucional del municipio para asumir esta responsabilidad. Todo lo anterior bajo el supuesto de que esta reforma mejoraría significativamente el servicio actual.

Sin embargo, la evidencia en nuestro país apunta en el sentido contrario, hacia la metropolización de los servicios públicos. Los retos de las ciudades modernas y en crecimiento no responden a las limitaciones administrativas impuestas por los municipios individuales. El crecimiento urbano trasciende las fronteras políticas locales, y los retos asociados con este crecimiento son compartidos entre áreas urbanas contiguas. Es por ello que la planificación y prestación de servicios públicos, como el suministro de agua potable, deben abordarse de manera integral y colaborativa a nivel metropolitano y regional.

El caso de Querétaro es especialmente relevante para ejemplificar lo anterior, colonias como Condominio Galindo (Municipio de Querétaro) y Misión la Joya (Municipio de Corregidora) están separadas solo por una calle y comparten vialidades e infraestructura de agua, luz, seguridad, etc. Lo mismo sucede con El Refugio (Municipio de Querétaro) y la Pradera (Municipio de El Marqués). Esta proximidad geográfica demuestra claramente cómo las divisiones administrativas municipales no reflejan las realidades cotidianas de los residentes ni las necesidades compartidas de servicios básicos.

Sumado a lo anterior habría que tomar en cuenta que a pesar de los enormes retos que representa garantizar el servicio de agua para un Estado como Querétaro, con uno de los crecimientos urbanos más acelerados del país, la Comisión Estatal de Aguas ha salido bien evaluada en comparación a los más de dos mil organismos operadores que suministran agua en el país.

Querétaro es junto con Nuevo León, Chihuahua, Aguascalientes, Guanajuato y Coahuila los únicos estados con más de 75% de tomas de agua con medidor y en la última Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental del INEGI el servicio mejor evaluado fue precisamente el de agua potable.

La cooperación entre municipios y la creación de zonas metropolitanas o regiones metropolitanas funcionales son estrategias efectivas para gestionar eficientemente los servicios públicos, especialmente el servicio de agua.

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