José Roberto Fernández es de esos caballeros en la industria de la franquicia que su mira a las estrategias y prácticas que reclama el sector incluso en esta era cambiante de la IA, encuentra con su experiencia digamos que la oportunidad de un nuevo progreso que estará dominando por “el arte de la expansión” y en ello, él es el genio de Iberoamérica.

Nace en Guatemala pero su ciencia la ha extendido por México, Centroamérica y Sudamérica. Personaje global como consultor, empresario, dirigente, catedrático, autor y conferencista, Pepe, con la sencillez que le caracteriza, es hoy el nuevo secretario general de la Federación Iberoamericana de Franquicias.

“En franquicias las cosas no están como uno quisiera, ¿qué es lo primero que pondrás en el escritorio?”, así abrí una entrevista aleccionadora. El dirigente de la FIAF se comprometió a que en los 11 países que le integran el trabajo se centrará en la promoción de una “franquicia ética”, aquella con un comportamiento adecuado, transparente y correcto por los diferentes actores de este sistema de negocios.

¿Cuál entonces es la responsabilidad para las partes: franquiciante y franquiciatario? Estableció que el dueño de una franquicia debe brindar información correcta, exacta de su modelo con una forma de negociación transparente y que honre el compromiso hacia su inversionista en el soporte adecuado al adquirir su marca. Pero el franquiciado debe sostener también un comportamiento ético, el de no adueñarse de la propiedad intelectual de la marca en que invirtió y seguir su operación tal y como se le recomendó.

Las asociaciones de franquicias en el continente —en México, el caso de la Asociación Mexicana de Franquicias— deben cuidar que sus socios afiliados cumplan con los registros necesarios para ser miembros y así, promover buenas prácticas. José Roberto Fernández, acepta que el reto se dice con sencillez, pero es enorme: “mejorar el estándar de la calidad de las franquicias e inversionistas en todo Iberoamérica.

Alcanzar esta transparencia con una autorregulación que derivará de esta norma ética, que guíe el comportamiento adecuado a cumplir y así, evitar sobrerregulaciones impuestas de gobiernos; es mejor mostrar nuestro propio profesionalismo, indicó.

¿Y cuál es el mecanismo para una ejecución real? Pepe lo resume en la educación, con ella se compartirán y extenderán las mejores prácticas. “Cada país de acuerdo a sus necesidades y propia realidad”, insistió.

¿Y el actual afán de modernidad, con el giro que significa para la franquicia, la inteligencia artificial, no lo imposibilita? José Roberto respondió que la IA significa hoy un mercado más evolucionado en su automatización de procesos y mercadotecnia, pero no debe verse como una oferta de nuevos modelos virtuales. “No necesitamos partir de cero, la propuesta de valor debe ser tangible”.

El dirigente de la FIAF culminó al señalar que las franquicias deben adaptarse a los nuevos tiempos y obligaciones para un público más exigente y ahora conectado. Las marcas están obligadas a revisar todos los recursos que les permita una mejor entrada al mercado.

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