En 6 de los 15 estados en los que se llevarán a cabo elecciones para renovar la gubernatura ya iniciaron las campañas, en los 9 restantes, iniciarán el próximo 4 de abril. Se ha especulado mucho sobre el resultado de esta elección por el número de cargos en disputa y por la renovación de 15 gubernaturas y la Cámara de Diputados, lo que sin duda tendrá efectos importantes para el futuro de la llamada 4T.

Si bien las encuestas son retratos de un momento, no proyecciones sobre el resultado, permiten analizar algunos elementos de la contienda.  Si bien en la elección presidencial de 2018 la coalición encabezada por Morena obtuvo el 53.2% de los votos, los procesos subnacionales registraron lógicas diferenciadas. Muestra de ello es que dicha coalición obtuvo el 55.5% de los votos en la elección de gubernaturas, 52.5% en congresos locales y, únicamente el 22% en la elección de ayuntamientos.

¿Qué escenario se vislumbra en este momento? De acuerdo con la última encuesta publicada por México Elige, levantada entre el 24 y el 28 de marzo, se observa una interesante diversidad de casos que permite clasificar a las 15 entidades en tres grupos a partir del Índice de Concentración, que suma el porcentaje de votos de las dos principales fuerzas políticas.

El primer grupo muestra una competencia entre dos coaliciones con una concentración superior al 70% de las preferencias. En esa categoría se ubican Baja California Sur, Guerrero, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas. En el segundo grupo están Baja California, Campeche, Chihuahua, Michoacán, Nayarit y San Luis Potosí con una concentración de entre el 60 y el 70%. Finalmente, en la tercera se ubican Colima y Nuevo León con una concentración menor al 60%. La teoría apunta que, a mayor concentración, se consolidan formatos de competencia bipartidistas, dejando fuera la posibilidad de una tercera fuerza competitiva; a menor concentración, mayor número de fuerzas políticas con posibilidad de ganar.

¿Qué implicaciones tiene esto? 1. En los estados de la primera categoría la contienda se dará entre dos fuerzas políticas; las diferencias entre el primer y segundo lugar son significativas salvo en los casos de Sonora y Tlaxcala con diferencias de 7.4 y 4.5 puntos respectivamente. El caso de Guerrero es delicado ya que además de estar en litigio el futuro del candidato a gobernador de Morena hay un 12.9% de indecisos, el porcentaje más alto para los 15 estados. 2. En los estados del segundo grupo, Campeche y San Luis Potosí muestran una diferencia entre primer y segundo lugar dentro del margen de error y en Baja California, Campeche y San Luis Potosí, hay una tercera fuerza que podría modificar el resultado. Finalmente, en el tercer grupo está Colima, con una diferencia de 14.1 puntos porcentuales entre el primero y el segundo lugar y una tercera fuerza con 15.8% de intención del voto y, Nuevo León con empate técnico entre MC, la coalición PRI-PRD y la coalición encabezada por Morena.

De acuerdo con esta encuesta, si las elecciones fueran hoy las distintas variantes de coalición opositora a Morena (PRI, PAN, PRD y partidos locales) ganarían por amplio margen las gubernaturas de Baja California Sur, Chihuahua y Querétaro; la coalición encabezada por Morena obtendría una cómoda victoria en Nayarit y Sinaloa y, una mayoría —a reserva del voto de indecisos y de los dictados del TEPJF— en Baja California, Colima, Guerrero, Michoacán, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas. Las elecciones en Campeche, Nuevo León y San Luis Potosí son de pronóstico reservado.

Tocará ver el impacto que los aciertos y errores de cada una de las y los candidatos, de los partidos y de los gobiernos, tanto federal como estatales tienen a lo largo de los próximos dos meses. La regla fundamental de la democracia es la certeza en torno a las reglas y la incertidumbre de los resultados. Toca decidir a la ciudadanía.

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